Hace ya unos cursos, comencé a utilizar la lengua de signos en mis clases habituales con niños y niñas de 3 años de los que yo era tutora.
Comencé como una forma de apoyo al lenguaje y para que mis alumnos y alumnas vieran otra realidad y otras maneras de comunicarse, pero poco a poco descubrí que la lengua de signos me ofrecía (más bien a los niños y niñas) numerosas ventajas.
Sobre los 4 meses, la niña y el niño ya detectan estados emocionales a través de tonos de voz y gestos. Todos sabemos, de manera instintiva, que para que se aprenda mejor el lenguaje debemos apoyarnos en gestos y signos. De este modo, las madres y los padres gesticulan mucho al hablar con sus hijos e hijas, incluso antes de que estos adquieran el lenguaje. Los niños y niñas, además, comienzan a realizar gestos y comunicarse a través de ellos antes de hablar.
La adquisición del lenguaje oral implica la aparición de la función simbólica, que es la capacidad de representar un objeto no presente mediante signos arbitrarios (como las palabras en el lenguaje oral) o símbolos que guardan semejanza con el significado. En el caso de la lengua de signos podemos considerar estos signos arbitrarios, pero algunos guardan relación directa con el objeto designado, por lo que su aprendizaje será más fácil para el niño o niña. Además, con el signo, se contará con un apoyo físico y visual para designar al objeto no presente, cosa que no ocurre con el lenguaje verbal.
Cuando los niños y niñas aprendían los signos en el aula los usaban de manera inconsciente para apoyar sus mensajes orales, incluso cuando hablaban entre ellos fuera del aula. Además lo usaban mucho más cuando querían añadir carga emocional al mensaje.
Lo que más me llamó la atención fue la relación encontrada entre el aprendizaje de los signos y la adquisición de vocabulario en lengua extranjera (inglés). Al enseñarles nuevo vocabulario en inglés lo apoyaba con el signo (de la lengua de signos española) que ya conocían. El resultado fue una adquisición del vocabulario mucho más rápida y una recuperación del mismo mayor cuando les ayudaba con el signo.
A continuación expondré algunas observaciones realizadas en el aula:
- 1. AUMENTO DE LA CAPACIDAD DE ATENCIÓN CONCENTRACIÓN
No tardé en darme cuenta de que la asamblea era más tranquila; permanecían más callados y atentos. Su capacidad de escucha mejoraba y su capacidad de concentración y atención aumentaba. Pero esto ¿por qué era? Ya no recibían solo el mensaje de manera oral, también lo hacían de manera visual por lo que lo recibían por una doble vía. En esta época, donde el input visual tiene gran importancia en los niños, usar un apoyo visual durante las rutinas y conversaciones diarias genera interés y mejora la atención.
Además, ellos mismos imitaban mis movimientos de manos por lo que debían permanecer atentos y pensar en la ejecución del signo. Ello implica que el niño y la niña estén activos, ya no solo en la creación, sino en la recepción del mensaje. Significa una escucha activa real.
- 2. AYUDA PARA NIÑOS Y NIÑAS CON DIFICULTADES
Esta mejora de concentración se observó especialmente en niños con dificultades para mantener la atención. La escucha es un acto pasivo, mientras que hablar o signar es un acto activo. Un niño o niña con problemas de atención tendrá más dificultades en mantener la atención en un acto pasivo. Si a la vez que escucha realiza el signo, genera conductas activas e incompatibles e inhibirá otras que le distraerían del mensaje.
Cualquier niño necesita moverse, por eso, mantenerlos quietos mientras se habla puede resultar muy difícil.
La lengua de signos es una herramienta muy útil en la comunicación con niños y niñas que presentan Trastorno del Espectro Autista (TEA), donde el apoyo visual es muy importante para poder captar el mensaje. El signo supone una alternativa al habla y un apoyo muy importante al mensaje oral.
Por otro lado es obvia su importancia en alumnado con dificultades auditivas, temporales o permanentes.
- 3. INTERÉS
Como todas las lenguas, la lengua de signos despierta gran interés y motivación entre el alumnado y ellos mismos preguntan por nuevas palabras. Es una lengua que les resulta apasionante y les genera mucha curiosidad.
- 4. MEJORA DE LA COMPRENSIÓN ORAL
La capacidad de estar atento al mensaje y centrado en el mismo a través de diferentes vías (auditiva y visual), además de la carga emocional transmitida por los gestos, mejora la comprensión de los mensajes.
Además, mejora las habilidades de comprensión cuando por diferentes circunstancias, el alumnado no oiga bien el mensaje.
- 5. ACTIVACIÓN CEREBRAL
Coordinar palabra- imagen y la realización motora implica activar varias zonas cerebrales.
- 6. MEJORA LA INTERPRETACIÓN DE SIGNOS Y SEÑALES VISUALES
Al ser visual, ayudará a la observación, el análisis y la interpretación de imágenes y signos visuales (semáforos, interpretar dibujos…) así como a la percepción y discriminación visual. Por tanto ayudará a la adquisición posterior de la lectura.
- 7. COORDINACIÓN Y CONOCIMIENTO DEL PROPIO CUERPO Y SUS POSIBILIDADES
En la lengua de signos el niño o niña no solo ven el signo, tienen que analizarlo para saber dónde va la mano y cómo se ejecuta el movimiento. Ese análisis también mejorará el conocimiento y control de su propio cuerpo.
El tener un mayor dominio de su cuerpo, el espacio y la lateralidad supondrán un apoyo a la hora de adquirir la lectura y escritura (ya que estas habilidades requieren coordinación, estructuración de las letras en un espacio y conocimientos espaciales).
- 8. MEJORA LA COMPRENSIÓN DE EMOCIONES Y LA EXPRESIVIDAD
Debido a la expresividad que supone la comunicación en lengua de signos, los niños y las niñas observarán más los cambios faciales y detectarán mejor las emociones. Debido a esto, su expresividad aumentará, mejorando la comunicación. Usarán su cuerpo con fines expresivos y comunicativos.
La comunicación no verbal tiene un gran peso a la hora de comunicarnos y la expresividad y la utilización de todo nuestro cuerpo a la hora de usar la lengua de signos nos ayudará a mejorar este aspecto.
También el maestro expresa más, por lo que los niños captan mejor sus intenciones y emociones.
A través de esta interpretación de las intenciones y emociones por medio de los gestos y signos se estimulará la empatía (otro aspecto que ayudará a niños y niñas con TEA).
- 9. DA RESPUESTA A DIFERENTES ESTILOS DE APRENDIZAJE
Además, daremos respuesta a distintos estilos de aprendizaje basados en las inteligencias múltiples, ya que algunos niños o niñas serán buenos en la comunicación lingüística mientras otros destacan en la inteligencia viso- espacial o la kinética, por lo que recibirán y crearán mejor los mensajes por estas vías.
- 10. AMPLÍA EL LÉXICO
El lenguaje de signos es visual, mientras que el lenguaje verbal se recibe por vía auditiva, esto genera diferentes vías cerebrales para guardar y recuperar un concepto. Por tanto, una lengua apoya y complementa a la otra.
Con la lengua de signos el alumnado mejora y amplía su vocabulario al tener el apoyo visual y participar de manera activa en la generación de los nuevos conceptos, además de adquirirlo por una doble vía, como he dicho anteriormente. Por esta razón también se mejora mucho en la adquisición de una segunda lengua extranjera (por ejemplo el inglés). Al asociar el signo con la palabra en inglés, el vocabulario lo adquieren mucho más rápido, además de ser el signo un facilitador para la recuperación de ese vocabulario.
- 11. MEJORA LA MEMORIA Y LA RECUPERACIÓN DE CONCEPTOS/VOCABULARIO
La memoria de trabajo también se ve favorecida, al implicar una actividad directa del niño en la adquisición de vocabulario y al tener dos vías para recuperar los vocablos nuevos. Gracias a la vía visual podemos usar el signo como estímulo para la recuperación del léxico verbal que deseamos.
- 12. PODEMOS COMUNICARNOS A DISTANCIA
Otra de las ventajas es que los niños están más atentos a los gestos y cambio en las expresiones por lo que resulta más fácil comunicarnos en la distancia y de esa manera no forzar la voz.
Por tanto, podemos concluir que apoyar el lenguaje oral con la lengua de signos, ofrece enormes ventajas al alumnado sin suponer un esfuerzo o tiempo extra en su enseñanza, ya que se enseña de manera natural, integrándolo en los momentos y rutinas del aula.