En la sociedad en la que vivimos la felicidad se ha convertido en un objetivo valioso. Sin embargo, por mucho que nos empecinemos, parece que la felicidad escapa de nosotros. Eso es porque, quizás, habría que empezar definiendo la palabra «felicidad». Y ésta puede tener tantas interpretaciones como personas hay en este mundo. Sólo una cosa está clara, la felicidad es un estado mental. Quizás sea más una habilidad para juntar las piezas de lo que nos sucede, de manera que aprendamos y nos sintamos bien. Quizás se trate más de saber disponer y elegir con sabiduría.
