La procrastinación es un mal hábito que todos en algún que otro momento de nuestra vida hemos exhibido. Si no: ¡quien esté libre de culpas que tire la primera piedra!
Los neurocientíficos afirman que todo es cuestión de los niveles de dopamina. Según ellos, apreciamos que el premio está tan lejano que no nos motivamos a enfrentar una actividad.
O también para evitar el sentimiento de incomodidad que nos produce la tarea.