El desarrollo alterado de una parte de la corteza auditiva en neonatos prematuros se asocia con habilidades de lenguaje más pobres en la primera infancia, según encuentra un estudio de imágenes cerebrales de bebés muy prematuros en una unidad de cuidados intensivos neonatales. El estudio, publicado en ‘eNeuro’, sugiere que las alteraciones del desarrollo de esta región cerebral pueden ser la base de las dificultades del habla y del lenguaje que se observan en esta población.
La maquinaria neural que soporta la audición normalmente funciona 15 semanas antes del nacimiento, lo que hace que los bebés sean más sensibles al habla y al lenguaje mientras todavía están en el útero. El profesor Brian Monson, de la Univerisdad de Illinois en Urbana-Champaign, Estados Unidos, y sus colegas utilizaron una técnica de resonancia magnética para rastrear los cambios en la circunvolución de Heschl, una parte del cerebro que contiene tanto la corteza auditiva primaria (pAC) como la corteza auditiva no primaria (nAC) en 90 bebés nacidos antes de las 30 semanas de gestación.
Los científicos muestran que la pAC madura antes, pero más lentamente que la nAC, que cambia rápidamente en las últimas diez semanas del periodo de gestación típico. Las diferencias de desarrollo en la nAC de los bebés prematuros se vincularon con la reducción de la capacidad del lenguaje expresivo, como la gesticulación y el vocabulario en una evaluación de seguimiento a los 2 años de edad.