¿Por qué no probar consejos sencillos y rápidos para calmar a un niño/a con hiperactividad durante los arrebatos de mal genio si sabemos que el resultado va a ser mucho más beneficioso que enfadarse? Estos consejos, aunque no son novedosos, tienen unas grandes propiedades de relajación, por lo que son ideales para conseguir que la hiperactividad pueda controlarse. ¿Cuántas veces has escuchado, por ejemplo, “respira hondo y cuenta hasta 10”? Pues esos mecanismos que utilizamos los adultos también pueden funcionar en los más pequeños, y a continuación os mostramos la mejor forma de aplicar este tipo de tácticas en niños y niñas:
- La respiración profunda es una de las formas más simples de calmar el cuerpo. Enseña a tus hijos o alumnos a respirar profundamente (por la nariz, por la boca…) cuando empiecen a sentirse frustrados y fuera de control.
- Prepara en casa un baño de sal tibia o un baño de burbujas para eliminar el estrés al final del día.
- Lleva al niño o niña a dar un paseo o a jugar en el parque. El hecho de caminar, por ejemplo, no solo quema el exceso de energía, sino que el golpe de los pies sobre el suelo permite que la mente se concentre más y que se despeje pasito a paso.
- El tacto es muy importante para los niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad, por lo que no te olvides de masajear sus sienes, frotar sus hombros o pasar los dedos por el cabello, ya que esto es algo que puede calmar a los niños rápidamente.
- Prepara una tabla de “aburrimiento” que ofrezca salidas creativas para el niño/a cuando se sature y piense que está aburrido. Puedes llenar una caja o recipiente de plástico con juegos de pintura, crucigramas, plastilina, kits para hacer joyas u otras actividades artísticas de interés. Los niños hiperactivos se aburren fácilmente, lo que hace que sus mentes se dispersen casi a la velocidad de la luz. Facilitándole actividades y sorpresas interesantes evitaremos que el aburrimiento tenga lugar con frecuencia, pues habremos encontrado una motivación adicional para pasar el tiempo.
Las técnicas calmantes de solución rápida sirven para calmar a los niños hiperactivos cuando ya estén demasiado estresados o activos, pero también existen técnicas que los padres pueden enseñar a sus hijos para ayudarles a liberarse del nerviosismo antes de que este se acumule y explote.
Crea un ambiente hogareño de relajación
Cuando los niños sufren de hiperactividad, tienen dificultades para mantener la calma, especialmente en ambientes agitados. Eliminar el desorden y adoptar un enfoque de “menos es más” en el hogar a la hora de decorar, puede reducir la sobrecarga sensorial en niños con déficit de atención e hiperactividad.
El dormitorio también debe estar libre de desorden. Usa cubos de plástico o baúles para organizar y almacenar todos sus preciados tesoros y abre las cortinas para proporcionar luz natural al espacio. También es más recomendable, a la hora de elegir el color del cuarto, que se utilicen colores fríos y apagados en lugar de colores brillantes.
Seguir una rutina diaria es también de vital importancia. Todos los niños prosperan en hogares que proporcionan rutinas, consistencia y estructuras, y es que los peques necesitan horarios para sentirse seguros en su entorno, y mucho más cuando hablamos de niños con exceso de actividad. Cosas como el hecho de despertarse, comer, hacer la tarea o acostarse, deben ocurrir aproximadamente a la misma hora todos los días.
Un lugar para relajarse y sentirse felices
Si es posible, crea un espacio en la casa para identificar como lugar de relajación. No tiene que ser un espacio grande, pero sí debe estar alejado de las áreas de más actividad, como el salón o la cocina. Este pequeño rincón puede tener una silla o puf cómodo y algunos libros para leer o colorear, es decir, actividades para disfrutar del tiempo de manera tranquila.
Anima a tu hijo a ir a este espacio cuando esté enfadado o fuera de control, pero nunca hagas de este lugar un espacio de castigo, pues debe verse en todo momento como un lugar positivo al que poder ir para encontrar la paz o simplemente para pasar el rato cuando necesite estar solo.
Si el niño o niña en cuestión tiene edad suficiente para escribir, llevar un diario puede ser una excelente manera de despejar la mente agobiada o librarse del temido estrés. Esta técnica permite a los niños hiperactivos eliminar sus tensiones internas y plasmarlas sobre el papel. Desarrolla el hábito diario de que tu hijo escriba una o dos páginas, dependiendo de su edad, sobre cualquier cosa que se le ocurra, pero recuerda que estos pensamientos internos son privados y para que nadie los lea nunca, ni siquiera sus padres. Es muy importante respetar la privacidad para que el objetivo de llevar un diario sea sincero y sin temor a represalias.
Otras consideraciones sobre la alimentación
Con respecto a la alimentación, algunos padres encuentran que reducir o eliminar el azúcar de la dieta puede ayudar a calmar a sus niños hiperactivos. Si tu hijo come bien, necesitará complementar la dieta para asegurarse de que su nivel alto de actividad cuente con el combustible necesario para que su cuerpo funcione bien en todo momento.
Comenzar el día con un desayuno saludable equilibrado con proteínas, grasas y carbohidratos es muy importante. Un sándwich con huevo, por ejemplo, o unas tostadas con fruta fresca, pueden ser excelentes maneras de comenzar el día.
Los cereales azucarados son de absorción rápida y pueden ser útiles como combustible, pero no deben utilizarse nunca como pilar fundamental ni diario en el desayuno. Los jugos de frutas, sin embargo, no son nada recomendables, pues son muy altos en calorías y azúcares artificiales. En lugar de zumo o refrescos, adquiere el hábito de servir agua siempre a la hora de las comidas.
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