Es conocido el hecho de que ciertas experiencias y hábitos matan neuronas. Beber alcohol, sufrir golpes en la cabeza, seguir una dieta inadecuada y un largo etcétera de situaciones se traduce en bajas entre la población neuronal de nuestro cerebro, lo cual significa que cada día podríamos estar perdiendo unas cuantas células nerviosas.
Sin embargo, no todo es muerte y destrucción en la cotidianidad del típico encéfalo humano adulto: también tiene lugar el nacimiento de nuevas neuronas, un fenómeno conocido como neurogénesis.
La neurogénesis, cambiando la concepción del cerebro
Durante muchos años se ha creído que el cerebro humano es un artefacto que se va desarrollando durante los primeros meses de vida y que, al llegar a la edad adulta, deja de cambiar. Esta concepción del cerebro dejaba la puerta abierta a creer que las únicas modificaciones posibles en nuestro sistema nervioso llegan a través de la muerte de neuronas. Evidentemente, el cerebro de una persona cambia tras una extirpación de una parte de neocórtex, al igual que no es exactamente el mismo tras haber sufrido un pequeño derrame.
Sin embargo, la neurogénesis es una muestra de que el cerebro se sigue formando una vez se ha dejado atrás la niñez. El nacimiento de células nuevas por neurogénesis, que se ha comprobado en una zona de una estructura cerebral llamada hipocampo y alrededor de los ventrículos laterales llenos de líquido cefaloraquídeo, implica que en cualquier momento pueden ir apareciendo neuronas nuevas que pasados unos días irán migrando a otras partes del encéfalo.
¿Para qué sirve la neurogénesis?
Las cosas que suceden en el cerebro a nivel microscópico siempre son muy difíciles de estudiar, y el fenómeno de la neurogénesis no es una excepción. Sabemos que aparecen neuronas nuevas en humanos adultos, pero no conocemos muy bien en qué situaciones aparecen ni para qué sirven exactamente. Sin embargo, en términos generales la mayoría de neurocientíficos coinciden en que el nacimiento de nuevas células nerviosas juega un papel en la plasticidad cerebral, es decir, la capacidad del cerebro para adaptarse a nuevas experiencias y cambiar con el tiempo.
El caso de la neurogénesis en el hipocampo resulta especialmente interesante en este aspecto. Esta estructura cerebral actúa como bisagra entre las experiencias presentes y la memoria, y por eso es fundamental en la formación de recuerdos y el aprendizaje. El nacimiento de más neuronas en esta parte del encéfalo podría significar una mayor capacidad para unir pasado y presente, es decir, para poder adaptarse mejor a un entorno partiendo de conocimientos previos. Como las experiencias pasadas forman predictores de futuro, resulta adaptativo que el hipocampo tenga siempre preparadas nuevas neuronas
Si la plasticidad cerebral atañe a las prácticamente infinitas posibilidades combinatorias con las que las neuronas se mandan señales las unas a las otras, la neurogénesis le añade más carbón a toda esta sucesión de cambios, ya que hace que haya más neuronas en juego, compensando en cierta medida los efectos de la muerte neuronal.
¿En qué contextos nacen nuevas neuronas?
La neurogénesis no sólo afecta al procesamiento de las experiencias novedosas: también ella está sujeta a los cambios que experimenta el organismo en tiempo real. Algunas situaciones potencias el nacimiento de neuronas, mientras que otras le ponen freno. Desde luego, resulta muy complicado definir exactamente qué situaciones son las que facilitan la neurogénesis y cuáles no, ya que la infinidad de vivencias que cada uno de nosotros puede tener y las diferencias individuales existentes entre nosotros complican mucho este estudio.
Sin embargo, en líneas generales se puede decir que el estrés, la vida sedentaria y la privación del sueño reducen la aparición de neuronas, mientras que la práctica de ejercicio voluntario, la exposición a entornos cognitivamente estimulantes y en general las conductas orientadas hacia un objetivo potencian la neurogénesis.
Consejos para potenciar la neurogénesis
Todo esto, traducido a la vida diaria, significa que para potenciar la neurogénesis en tu hipocampo deberías:
- Dormir bien y las horas suficientes como para no sentir cansancio el resto del día.
- Hacer ejercicio moderado y, en general, mantener a raya el aburrimiento. La neurogénesis parece estar orientada hacia fines adaptativos, así que intenta ponerte objetivos realistas y que te parezcan interesantes.
- No exponerte a más fuentes de estrés de las que puedas soportar y procurar que no te afecte demasiado. Puedes probar haciendo meditación.
Son pasos sencillos y relativamente fáciles de seguir. De lo complicado ya se ocuparán los procesos automáticos de tu cerebro.