El proyecto de investigación de ciencia ciudadana “Juegos x la salud mental”, que analiza las interacciones entre personas con problemas de salud mental, familiares y cuidadores con la participación de todos ellos, ha presentado sus primeros resultados, que han dado lugar a un artículo científico publicado en la revista Scientific Reports. La investigación, en la que participa la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), ha sido llevada a cabo por la Universidad de Barcelona (UB) y la Federación de Salud Mental Cataluña en colaboración con la Universidad Rovira i Virgili y Abacus (Catalunya, España).
El proyecto se ha desarrollado mediante juegos digitales en los que han participado 270 individuos que conforman el ecosistema de atención y cuidado en salud mental: personas con problemas de salud mental (62,6%), cuidadores tanto profesionales como no profesionales (25,6%) y otros agentes, como amigos o familiares (11,9 %). Para realizar la investigación se llevaron a cabo 45 sesiones en cuatro ciudades de Cataluña (Lleida, Valls, Sabadell y Girona) entre 2016 y 2017.
Los principales resultados de los juegos revelan que las personas con trastorno mental realizan el mayor esfuerzo para contribuir al bienestar común, pero también son las más expuestas y vulnerables. Sus decisiones en los juegos revelan confianza, reciprocidad, cooperación y sentimiento de colectividad. “Este colectivo es el que ha hecho más esfuerzos para alcanzar el objetivo común, desempeñando así un papel destacado para el buen funcionamiento del ecosistema. Su mayor predisposición a contribuir en una acción colectiva se puede ver como un modo de reclamar su lugar en la comunidad”, explica Josep Perelló, investigador de la UB y líder de la investigación.
Por otra parte, la cooperación y el optimismo de los cuidadores y profesionales son elementos clave para la comunidad. “Las características del personal que atiende a las personas con problemas de salud mental son fundamentales para su recuperación personal y, a la vez, para su interacción social e integración en una comunidad”, explica otro de los autores del estudio, Anxo Sánchez, del Grupo Interdisciplinar de Sistemas Complejos (GISC) del Departamento de Matemáticas de la UC3M. De esta manera, el estudio refuerza la idea del ‘capital social’, es decir, “que toda la red social de cuidadores y profesionales que hay alrededor de la persona con problemas de salud mental resulta clave en los procesos de socialización e integración de la misma”, recalca Sánchez. “Al mismo tiempo – añade – se pone de manifiesto que estas personas con trastornos mentales son capaces de contribuir en gran medida a estos procesos de integración, lo que también los hace más vulnerables si la respuesta de quienes están alrededor no es la adecuada”.
Los resultados de esta investigación, en opinión de Xavier Trabado, vocal de la Federación Salud Mental Cataluña y uno de los familiares que ha participado en la investigación, “constituyen un punto de partida y un caso de éxito para discutir propuestas concretas orientadas a promover la inserción social de las personas con problemas de salud mental, incrementar los servicios comunitarios e impulsar políticas activas de promoción de la salud mental y prevención de la exclusión”.
Aunque ha habido otros estudios similares con personas con problemas de salud mental, el tamaño de la muestra utilizada y la posibilidad de trabajar con personas con distintos problemas de salud mental “nos permite avanzar que las sesiones de trabajo que hemos diseñado y los resultados del estudio pueden ser útiles para diseñar acciones con el colectivo en torno a la salud mental”, apunta Anxo Sánchez.
El dispositivo experimental, implementado con tabletas electrónicas, simula interacciones sociales estratégicas basadas en la teoría de juegos y plantea dilemas sociales que ponen en tensión el interés individual y el bien común. Los experimentos se llevaron a cabo en un entorno socializado y en condiciones cotidianas, como la celebración del Día Mundial de la Salud Mental o en un club social. «En este contexto se ha querido medir de forma innovadora y multidisciplinar la cohesión social de los grupos formados por los diferentes actores que intervienen en la recuperación en salud mental», apunta Perelló. (Fuente: UC3M/DICYT)