David Núñez Mañó, director y profesor de música de ETHOS centro onubense para la Diversidad, espera en que el proyecto musical en el que participa su alumno Roberto Álvarez, con trastorno del espectro autista, sirva para concienciar a la sociedad «de que las personas con austismo no son bichos raros, sino que pueden ser capaces de grandes cosas, como Roberto», que tiene unas «facilidades impresionantes para la música».
David Núñez Mañó trabaja con Roberto desde 2013 y afirma que desde un primer momento percibió que «tenía un don especial para la música«. «Le tocabas unas cinco o seis notas simultáneas en el piano y Roberto, sin mirar, las identifica sin esfuerzo. Para él es un juego», afirma.
Este profesor afirma que empezamos a trabajar «conociendo que tenía un buen oído» y propuse en 2014 que cantara una canción. Fue la primera vez que este adolescente se subió a un escenario junto con músicos de la Escuela de Música de Arte y Sonido en una gala: «Disfrutó una barbaridad y me di cuenta de que tenía que cantar sus canciones».
Otra mirada del autismo
Para él la música, cantar y los conciertos conforman «un juego con el que se anima y disfruta mucho», dice el profesor. «Me planteé que si para él es un disfrute por qué no demostrar a la sociedad que el autismo puede ser esto y no el típico estereotipo de que los autistas son personas que no hablan y no se pueden comunicar», explica el profesor. El autismo puede ser esto también- añade David Núñez Mañó-«son personas con dificultades pero con gran capacidad para muchas cosas, como la música».
El proyecto de David Núñez Mañó pretende «concienciar a la sociedad de que el autismo no es lo que erróneamente se piensa, sino muchas más cosas. Que los autistas no son bichos raros y no siempre están encerrados en sí mismos«.
Canal de comunicación
Para Roberto Álvarez, «la música es un canal de participacion de sentimientos que él en su día a día no es capaz de comunicar». En la decena de canciones el nexo común es el autismo y las sensaciones que las personas como él y las que están a su alrededor, sienten.
Muy acertado.
Cómo madre de un chico Asperger, es el día a día que me ocupa. Son tan normales que incluso puede que no tengan un «don especial».Simplemente son personas intentando descifrar los códigos sociales.
Así es, Ángeles. Simplemente, tienen un procesamiento de la información diferente. Gracias por tu aportación.