Este trastorno psicológico caracterizado por la intensa concentración de una persona en su propio mundo interior es asociada a la creatividad.
El autismo se presenta habitualmente en laesquizofrenia y esta, según hemos podido ver en estudios anteriores, comparte genes con la creatividad, ya que conllevan comportamientos derivados de procesos cognitivos diferentes de los considerados como normales. Ahora, una nueva investigación llevada a cabo por científicos de la Universidad de Stirling (Reino Unido) ha descubierto que las personas autistas son más creativas a la hora de resolver problemas que las que no lo son.
“Este es el primer estudio que encuentra un vínculo entre los rasgos autistas y los procesos de pensamiento creativo. Explica cómo es que algunas personas con lo que a menudo se define como una discapacidad, presentan talentos creativos superiores en algunos dominios”, explica Catherine Best, líder del estudio.
Para su investigación, los expertos realizaron una encuesta online anónima a 312 personas, de las que 75 de ellos tenían la enfermedad clínicamente diagnosticada con anterioridad. Los participantes realizaron diferentes pruebas (como las de pensamiento divergente) con objeto de probar su creatividad, como la interpretación de diversos dibujos en los que podía vislumbrarse más de una figura a la vez.
Los resultados revelaron a pesar de que habitualmente se asocia el autismo con una forma de pensar más rígida, los voluntarios con rasgos autistas eran mucho más propensos a contestar todas las preguntas y además a hacerlo de una forma mucho más original y poco común.
“Tal vez las personas con rasgos autistas necesitan esforzarse más para responder a ejercicios mentales divergentes (no basados en asociaciones obvias)”, aclara Best. Esto es, la hipótesis es que los autistas pueden profundizar en las estrategias mentales más complejas en primer lugar, lo que luego les permite generar inicialmente las ideas más inusuales.
“En otras palabras, creemos que la ruta de memoria basada en ser capaz de pensar en diferentes ideas se deteriora, mientras que la capacidad específica para producir respuestas inusuales se queda relativamente intacta o incluso es superior”, concluye Martin Doherty, coautor del estudio.
El trabajo, que según ha sido publicado en la revista The Journal of Autism and Developmental Disorders.