La constante investigación en el campo de las nuevas tecnologías ha hecho que durante las últimas décadas hayamos vivido grandes avances en muchos ámbitos. Actualmente nos encontramos en la revolución de la salud digital, este campo está en auge y creciendo a gran velocidad. En este caso, nos centraremos en el uso de la realidad aumentada para el tratamiento de trastornos mentales. La realidad aumentada es una variación de la realidad virtual donde se usan sensores para determinar la relación entre el usuario y su entorno, se superponen elementos visuales y se obtiene un visionado compuesto por varios elementos reales y virtuales.
La Escuela de Humanidades y Ciencias de Stanford University ha realizado un nuevo estudio relacionado con ese campo en el que los investigadores descubrieron que las experiencias de realidad aumentada simuladas tienen un efecto directo en el comportamiento humano en el mundo real, incluso después de retirar el dispositivo de Realidad Aumentada.
Stanford está al día en Realidad Aumentada
Jeremy Bailenson, director fundador del Laboratorio Virtual de Interacción Humana de la Universidad de Stanford, dirigió un grupo de prueba de 218 participantes y se realizaron tres experimentos diferentes que expusieron a los sujetos a diversas situaciones sociales.
El primer experimento consistió en crear una sensación de inhibición social. Los usuarios tuvieron que completar una serie de anagramas mientras que un Avatar llamado Chris los vigilaba. De la misma manera en que muchas personas hubieran reaccionado, la presencia de Chris tuvo un efecto negativo notable en el comportamiento del participante.
El segundo fue hacer que los sujetos escogieran entre sentarse en una silla ocupada por el avatar o en un asiento vacío próximo para probar las señales sociales. El 100% de los participantes que usaban realidad aumentada optó por sentarse en la silla vacía, mientras el 72% de los sujetos a los que se indicó que se quitaron el dispositivo de RA antes de sentarse (y, por lo tanto, ya no veían a Chris), también escogieron el asiento adyacente.
«El hecho de que ni tan solo uno de los sujetos con auriculares se sentara donde estaba sentado el avatar demuestra cómo el contenido de realidad aumentada se integra con su espacio físico, afectando a la forma en que interactúa con él. La presencia de contenido de RA también persiste después de que se quiten las gafas”, explica Bailenson.
El experimento final se diseñó para explorar los efectos que tiene la realidad aumentada en la conexión social; los sujetos disponían de audio de realidad aumentada mientras conversaban con otro humano. Tras el experimento, reportaron sentirse desconectados durante sus interacciones aunque Bailenson afirma que “todavía debe investigarse al respecto”.
Las experiencias de Realidad Aumentada cambian la forma en que las personas interactúan con el mundo
Aunque la realidad aumentada parece rozar los costes y beneficios socio-psicológicos de la realidad virtual, necesita más investigación para conocer todos los efectos que puede ofrecer. Bailenson y su equipo se muestran muy positivos con respecto al potencial que su investigación podría tener, ya que los resultados obtenidos hasta ahora han sido positivos para su investigación.
Desafortunadamente, es un campo que todavía no se ha explorado en su totalidad por lo que sus usos terapéuticos no se realizan en base a todo su potencial. Psious dispone de varios entornos de realidad aumentada enfocados a tratar fobias a animales, además de un amplio catálogo de entornos de realidad virtual con los que tratar todo tipo de trastornos sociales, ansiedad o relajación, entre muchos otros.