«Tammet tiene un truco para vencer su timidez o su nerviosismo. Como percibe los números con colores y siluetas (por ejemplo el seis es diminuto, el cuatro puntiagudo y tímido, el 111 desprende una luz blanca) Con los números primos puede crear dibujos muy bellos así que lo hace desde que era muy pequeño. Para llevarlo a cabo debe cerrar los ojos. Entonces, multiplica dos por dos, y el resultado por dos más, y esa cifra otra vez por dos… Y a medida que lo hace en su mente aparecen bengalas, chispas, espirales de neón. Hasta que, de repente, puede ver con claridad todo un cielo de fuegos artificiales. Eso le tranquiliza y le parece bonito. Le gustan la justicia y la precisión, pero siempre dice que en las matemáticas, como en la literatura y en la vida, la belleza es lo más importante». Blackie Books.
La fascinante forma de funcionar del cerebro de Daniel Tammet, matemático con síndrome de Asperger, savant, sinestesia y epilepsia.
Daniel Tammet (*) es autor de Nacido en un día azul (Born on a Blue Day) y de La poesía de los números, tiene síndrome de Asperger, síndrome del Sabio (Savant), caracterizado en su caso por una memoria prodigiosa y una capacidad para el cálculo extraordinaria; tiene epilepsia y también tiene sinestesia lingüística, numérica y visual.
En el primer Nacido en un día azul relata cómo la epilepsia, la sinestesia y el síndrome de Asperger lo acompañaron durante toda su infancia. Este extraordinario relato nos ofrece una perspectiva subjetiva de la mente de un joven con un trastorno del espectro autista (de 27 años en ese momento) que es capaz de realizar complicadas operaciones aritméticas con la velocidad de un rayo, puede aprender un idioma en tan sólo unos días y percibe los números con formas, colores y texturas. En este libro, con una prosa asombrosamente clara, relata los acontecimientos más relevantes de su vida desde su frustrante y aislada infancia hasta el momento en el que lo escribió (2007). Nacido en un día azul son las memorias sobre el día a día de un sabio y fue nombrado mejor libro del año por la American Library Association.
También es autor del reciente La conquista del cerebro, editado por Blackie Books, en el que desmonta mitos y creencias erróneas relacionadas con los trastornos del espectro autista como “la falsa idea de que las personas con autismo padecen una grave discapacidad o son antisociales.» En éste último explica cómo funciona su mente para que el lector expanda los límites de la suya. Dice concretamente «Me llamo Daniel Tammet y puedo hacer todo esto gracias al síndrome del sabio, que me diagnosticaron por mis capacidades cognitivas extraordinarias. Pero no soy tan diferente a ti. Quiero ayudarte a conocer los secretos de tu cerebro y los avances de la ciencia en ese campo. A desarrollar la conciencia espacial, la intuición y la empatía. A abrazar nuevas formas de percepción y pensamiento creativo. A ir más allá de la complejidad y las limitaciones de lo que ves. Explicándote cómo funciona mi mente, intentaré que expandas los límites de la tuya. Es hora de emprender La conquista del cerebro.»
Tammet es un matemático brillante. Cuando se siente estresado o triste dice que cierra los ojos y cuenta. Sus sorprendentes habilidades le han convertido en una celebridad mundial y está siendo estudiado por los más relevantes neurólogos. Entre sus hazañas se encuentra haber batido el récord europeo al recitar 22.514 decimales del número Pi en cinco horas y nueve minutos. Al tener sinestesia su percepción de las palabras, números y colores se entrelaza en una nueva forma de sentir y entender el mundo ya que la sinestesia se caracteriza por experimentar lo que puede describirse como una mezcla de sentidos en cuanto a las percepciones sensoriales. En algunos casos, esta mezcla puede ser tan sofisticada como la que caracteriza a la modalidad de sinestesia conocida como sinestesia grafema-color, que consiste en que ciertas letras o números evocan en la persona percepciones de determinados colores, por ejemplo rojo, aunque tales caracteres estén escritos en negro. Por tanto puede describirse como una mezcla de sentidos en cuanto a las percepciones sensoriales.
Pero no todo es maravilloso y fácil en la vida de Tammet. Como casi todas las personas con trastornos del espectro autista «está anclado en las rutinas: debe tomar el té cada día a una hora exacta, salpicar su cara cinco veces cuando se despierta y, antes de salir de casa, contar los botones de toda la ropa que viste. De hecho, su rasgo más especial no es ser un sabio, sino poder explicar cómo funciona su cerebro. Y el nuestro», dice su editorial. A Tammet le costó entender qué sucedía en su cabeza pero en 2005 el Channel Five británico le dedicó el documental «The Boy with the Incredible Brain» y durante la grabación conoció a alguien que le daría confianza suficiente para realizar sus hazañas: Kim Peek, la persona en la que se basó el personaje de Dustin Hoffman en Rain Man.
La conquista del cerebro fue uno de los grandes best sellers de 2009 en Francia, así que se mudó a París, donde vive como escritor desde entonces. Se ha convertido en un autor de éxito y en una celebridad de la divulgación científica.
(*) Daniel Tammet nació el 31 de enero de 1979. A él le gusta decir que 31, 19 y 79 son números primos, pero eso es porque considera que los números primos son poéticos. Sabe hablar muchos idiomas (diez, incluyendo el islandés, el esperanto y uno de creación propia) y le encanta la literatura, especialmente la poesía. En la biografía que figura en sus propios libros cuenta que para él cada número hasta la cifra de 10.000 tiene su propia forma, color, textura y emoción. Son números que brillan así que contar es para él como ver una película. Quizás por eso cuando era un muchacho hostigado por sus compañeros en un barrio de Londres se ponía delante de un árbol y contaba las hojas de la copa. Batir el récord recitando los decimales del número Pi lo hizo, en realidad, con el objetivo de recaudar fondos para dar visibilidad a las personas que sufren epilepsia. Su padre murió de esa enfermedad y él mismo ha tenido algún ataque. Su primera crisis epiléptica desató otro efecto: se le acabaría diagnosticando Asperger. Solo un 1% de los diagnosticados con este trastorno del neurodesarrollo tienen también el síndrome del sabio, caracterizado por una memoria prodigiosa, unas habilidades con las artes innatas y/o una capacidad de cálculo casi paranormal. Además de poseer todas estas habilidades asombrosas es de los pocos que saben explicarlas. La conquista del cerebro, su último libro, va entre otras cosas de esto.