Al profesorado español le gusta su trabajo, pero se siente infravalorado, sin apoyo y poco reconocido por parte de la sociedad y de las autoridades educativas. Así lo establecen los resultados de la última Encuesta Internacional sobre Enseñanza y Aprendizaje (Teaching and Learning International Survey, TALIS), elaborada por la OCDE y publicada en junio de 2014, en la que han participado más de 106.000 profesores de Educación Secundaria y directores de centros de un total de 34 países, incluida España. El informe, que pretende servir de base para revisar y definir las políticas educativas con el fin de mejorar la calidad de la enseñanza, analiza algunos indicadores vinculados con la educación, como la autonomía de los centros, el acceso del profesorado a una formación inicial y permanente de calidad, la percepción de la valoración de su trabajo, los procedimientos internos y externos de evaluación, los tipos de prácticas docentes más utilizadas, la sensación de auto-eficacia, la satisfacción laboral o la valoración del clima escolar, entre otros.
Los resultados de este último informe TALIS, el segundo que se realiza de estas características, revelan que la atención a los alumnos con necesidades especiales (esto es, alumnos con trastornos de aprendizaje, discapacidad intelectual, trastornos generalizados del desarrollo, trastornos del espectro autista, TDAH, altas capacidades…) constituye una de las principales preocupaciones del profesorado español. Específicamente, el 72% de los profesores españoles encuestados señaló la escasez de personal de apoyo, así como el 62% apuntó la ausencia de profesores capacitados para enseñar a este grupo de alumnos.
Los datos obtenidos en la muestra española son equiparables a la media de la OCDE (donde 5 de cada 10 profesores señalan estas carencias), lo que pone de manifiesto que la atención a los alumnos con necesidades educativas especiales supone un reto importante para los sistemas educativos hoy en día, en el que se deben invertir más recursos y mejor cualificados para poder dar una respuesta especializada que pueda cubrir las necesidades de este grupo de alumnos.
Asimismo, estos resultados son acordes con las necesidades de formación que reclaman los profesores de educación secundaria. A este respecto, los profesores, tanto de la muestra general como de la muestra española, coinciden en señalar como una necesidad prioritaria la mejora en la formación en el ámbito de las necesidades educativas especiales. En concreto, el 22% de los docentes españoles reclama más formación en esta área, situándose en el primer lugar de la lista, seguida de las destrezas TIC aplicadas a la enseñanza (14%).
Finalmente, en relación con el clima escolar, España ha mejorado sus posiciones en comparación con el primer informe TALIS, situándose por debajo de la media europea en algunos indicadores referentes a conductas disruptivas o violentas entre los alumnos. Aún así, los problemas de clima escolar siguen estando presentes, según informan los docentes españoles. En concreto, los profesores señalaron que al menos una vez por semana se observaban problemas de puntualidad en los alumnos (38%), de absentismo (25%) y conductas de intimidación o insultos entre los alumnos (14%). Asimismo, la posesión o consumo de drogas o alcohol es un problema patente en las aulas españolas (según informa el 3,6% de los profesores encuestados), posicionando a nuestro país por encima del valor promedio de la OCDE en este indicador (1,4%).