Mantener las cosas ordenadas, lavarse las manos o repetir ciertas rutinas, forman parte de la vida cotidiana de las personas. Sin embargo, el problema aparece cuando estas costumbres se transforman de un minuto a otro en una patología, más conocida como Trastorno Obsesivo Compulsivo o TOC.
El psicólogo de Clínica Vespucio, Julio Muñoz, explica que ciertas actitudes repetitivas en el diario vivir pueden llegar a convertirse en obsesiones que terminan por deteriorar la calidad de vida del paciente.
«Para realizar un diagnóstico de TOC, la presencia de las obsesiones o compulsiones deben ser de carácter recurrente y lo suficientemente graves como para provocar pérdidas de tiempo significativas, una disminución de la actividad general o un malestar clínicamente significativo», asegura el médico.
El TOC es un trastorno que tiene dos partes: la obsesión y la compulsión. Según Muñoz, «lo obsesivo tiene que ver con la ansiedad. Hay un aumento de ansiedad desproporcionado y que obstaculiza la vida diaria de la persona. Lo obsesivo viene de la mano con la compulsión, que es lo que tiene que ver con la conducta».
¿Costumbre o TOC?
El límite entre un hábito y una obsesión compulsiva puede ser una línea muy delgada. Sin embargo, Muñoz aclara que las compulsiones son «comportamientos» o «actos mentales de carácter recurrente», cuyo propósito es aliviar la ansiedad o malestar, pero a diferencia de una costumbre «no proporcionan placer o gratificación».
«En algún momento, el individuo reconoce que estas obsesiones o compulsiones son exageradas o irracionales», especifica el psicólogo, y agrega que «con frecuencia estas personas evitan las situaciones que se relacionan con el contenido de las obsesiones, como son la suciedad o la posibilidad de contraer enfermedades», dice Muñoz.
Los siete TOC más comunes
Se ha observado que estas patologías pueden asociarse por lo general a trastornos depresivos, angustiosos, de personalidad obsesiva, alimentarios, fobia social u otros. El psicólogo enumera los siete Trastornos Obsesivos Compulsivos más frecuentes entre los pacientes:
1. Obsesiones de limpieza y anti gérmenes: las personas evitan ir a lugares donde podrían ensuciarse o donde podrían contaminarse de bacterias.
2. Lavado de manos: con distintos jabones, repetidas veces, incluso hasta que la piel quede arrugada.
3. Ordenar objetos a repetición: las cosas deben estar siempre en el mismo lugar y de la misma forma, lo que genera ansiedad en el paciente.
4. Comprobaciones: corroborar reiteradas veces si llevamos todo en el bolso, si cerramos bien la puerta, etc.
5. Enfermedades imaginarias: pensar constantemente que un malestar puede ser una una patología (hipocondría).
6. Obsesiones religiosas: rezar el rosario un número determinado de veces, etc.
7. Seguridad o evitar que pasen cosas negativas: privarse de hacer ciertas cosas para impedir que ocurran otras.
¿Cómo superarlos?
Para la mayoría de los trastornos el tratamiento consiste en atenciones psiquiátricas y psicológicas, a través de terapias de apoyo y farmacológicas.
«Se ha observado que las técnicas terapéuticas más eficaces para combatir el TOC son las propuestas por la línea cognitivo- conductuales, las que se enfocan en la modificación de las respuestas emocionales, pensamientos y comportamientos inadecuados asociados a trastornos psicológicos«, concluye Muñoz.