En las aulas, es imposible separar la educación de la salud


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Dentro del marco de la Jornada El Psicólogo Educativo en el Sistema Educativo Actual, organizada por el Consejo General de Psicología (COP) y llevada a cabo este fin de semana en la sede del COPCV de Valencia, el COPCV ha querido conocer de cerca las opiniones de Josep Vilajoana i Celaya, coordinador del área de Psicología de la Educación del COP y de José Ramón Fernández Hermida, profesor titular de la Facultad de Psicología de la Universidad de Oviedo y director de la revista Infocop sobre este tema así como su vertiente práctica dentro de las aulas.

Para Vilajoana hay que cambiar la concepción de que el psicólogo sólo debe actuar cuando hay una patología ya que la detección temprana es fundamental. Para Fernández es incluso rentable  ya que “una hora de prevención, puede evitar muchas horas de terapia y de desgaste tanto económico como emocional para el paciente y para sus familiares”. Y es que hay trastornos graves como los alimentarios o adictivos (drogas) que se desarrollan durante la adolescencia y que pueden tener consecuencias nefastas de no ser tratados a tiempo o incluso antes de que lleguen, puntualizan. Para ambos expertos, hay que dotar a los menores de las herramientas necesarias para que consigan el equilibrio emocional y social.

La figura del orientador educativo dentro de los centros escolares, ocupó gran parte de la Jornada dado que actualmente se accede a este puesto de trabajo a través del Máster de Educación Secundaria, facilitando así que cualquier titulado, sea cual sea su licenciatura, pueda llegar a prestar este servicio. Punto que valoran negativamente tanto Fernández como Vilajoana  el cual, señala que “es necesaria la normativización por ley además de restringir el acceso a estas plazas mediante un máster específico” como el que aún está en prueba en la Complutense de Madrid.

“Muchos de los problemas que suceden entre las paredes de las aulas las debería resolver el psicólogo educativo en su papel como orientador y no otro experto. El psicólogo es el profesional indicado por su preparación, para fomentar una buena salud mental y emotiva de los alumnos”, explica el coordinador del área de psicología de la educación del COP. Hermida, señala que “una de las funciones del psicólogo educativo es la de detectar problemas como el autismo, la dislexia o la hiperactividad y eso no lo puede hacer el profesor de matemáticas”. Es por ello, afirma Vilajoana, que “es imposible separar educación de salud”.

Otros problemas graves dentro de los centros educativos son: el del fracaso escolar, el bulling y el ciberacoso. “España es uno de los países con un índice mayor de abandono escolar de la Unión Europea. No se puede pensar que el psicólogo educativo va a terminar con el fracaso escolar ya que éste afecta a toda la estructura del sistema educativo, pero sí puede paliarlo”, apunta Hermida.

“Cuando un alumno fracasa en sus estudios hay que preguntarse por qué y tratar de buscar soluciones”, apostilla Vilajoana, ya que “muchas veces hay problemas de autoestima o un conflicto familiar grave que impide al alumno desarrollar sus capacidades con normalidad y en esas ocasiones tiene que intervenir el psicólogo educativo para ayudarle a lidiar con las emociones que pueden generar”. Respecto al bulling, continúa Vilajoana, “lo más eficaz es la prevención pero cuando se detecta un problema de acoso hay que prestar atención psicológica tanto a víctimas como acosadores”.

Por todo esto, ambos psicólogos defienden la necesidad de crear canales de actuación concretos para poder desempeñar su función adecuadamente así como que existan verdaderos equipos multidisciplinares donde cada profesional tenga unas funciones determinadas de acuerdo con sus conocimientos.

Vilajoana por su parte opina que si “los psicólogos educativos sobreviven es por la demanda de la sociedad y no por el apoyo o facilidades de la administración”. “Los padres cuando van a las escuelas piden hablar con un psicólogo porque entienden que es el experto que puede ayudarles a resolver los problemas de aprendizaje o emocionales de los alumnos”, argumenta. “Hay que ejercer presión tanto a nivel estatal como autonómico para exigir que se respete la figura del psicólogo en el campo de la educación”, sentencia el coordinador del área de psicología de la educación del COP.

 

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