Patologías como el ictus,asociadas al estilo de vida actual, pueden ocasionar Trastornos del lenguaje
Comencemos definiendo el objeto de estudio de la logopedia, ¿cuál es su finalidad?
La logopedia es una disciplina sanitaria cuyo fin es detectar, prevenir e intervenir en los trastornos del lenguaje, la voz, el habla y la deglución, en todas las etapas de la vida, desde los neonatos hasta los adultos mayores.
Veamos los principales trastornos en los que interviene el logopeda…
Solo por citar algunos, destacaría: los neurodegenerativos, por enfermedades como la de Parkinson o la de Alzheimer; los sobrevenidos, por traumatismo craneoencefálico o ictus; las disfemias -tartamudez-; los específicos del lenguaje -TEL-; los de espectro autista; síndromes y enfermedades raras; demencias; parálisis cerebral; sorderas; déficit de atención e hiperactividad; o nódulos vocales, entre muchos otros.
¿Cuáles se consideran los más frecuentes?
Todas las patologías que tratamos son cada vez más frecuentes, no por nuevas, sino porque se detectan antes. Aun así, citaría a los trastornos del lenguaje sobrevenidos asociados a: enfermedades típicas del estilo de vida actual, como el ictus; traumatismos craneoencefálicos, como consecuencia de accidentes laborales o de circulación; o al cáncer de cuello y boca, producto del tabaquismo.
Esos tendrán peor pronóstico…
A estos efectos, el tiempo que transcurre entre el momento en que se produce el evento -ictus, traumatismo craneoencefálico…- y el inicio del tratamiento, es clave; cuanto menor sea, mejor será el pronóstico.
¿A qué debemos prestar atención en el caso de los niños?
Cuando los padres empiezan a pensar que algo va mal, por lo general aciertan. Muchas veces estos problemas se detectan en las guarderías, pero en cualquier caso, si un padre considera que el desarrollo del lenguaje en su hijo va lento, debe acudir a un logopeda; los tres primeros años de vida son fundamentales para la adquisición del lenguaje, después puede ser un poco tarde… Flaco favor hace aquello de: «Ya hablarán».
Fuente: El Correo Gallego
