El trabajo del logopeda en Atención Temprana


El trabajo del logopeda en Atención Temprana

Los logopedas somos considerados profesionales sanitarios según la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias. Somos los encargados de prevenir, evaluar, diagnosticar y tratar alteraciones de la comunicación, lenguaje, voz, habla, deglución y audición a lo largo de todo el ciclo vital de una persona.

En el actual artículo nos centraremos exclusivamente en el papel del logopeda en la etapa de la Atención Temprana. Ésta se define como:

“Conjunto de intervenciones dirigidas a la población infantil de 0-6 años, a la familia y al entrono, que tienen por objeto dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastorno en su desarrollo o que tienen riesgo de padecerlos. Estas intervenciones, que deben considerar la globalidad del niño, han de ser planificadas por un equipo de profesionales de orientación interdisciplinar o transdisciplinar”.

Esta visión de intervención se aplica a los niños susceptibles con causa de riesgo biológico, ambiental o producido por una discapacidad en su desarrollo o trastorno específico, desde el nacimiento hasta el inicio de su escolaridad en la etapa obligatoria. Para ello, la Atención Temprana suele asociarse o completarse con otras disciplinas y, de este modo, poder apoyar el trabajo rehabilitador de ámbitos psicológicos, logopédicos, fisioterapéuticos, etc. que concurren en los servicios proporcionados en los Centros de Desarrollo Infantil y Atención Temprana (CDIAT).

Teniendo claro esto, no es de extrañar que la figura del logopeda sea importantísima, ya que el desarrollo del lenguaje da lugar a lo largo de todo este periodo. Este lenguaje es el que nos facilita la tarea de comunicarnos y gracias a él llevamos a cabo el aprendizaje del medio que nos rodea.

En las primeras etapas del desarrollo, el trabajo logopédico se centra en realizar una estimulación. Es decir, el logopeda se encarga de trabajar a nivel de los prerrequisitos, ya que son los aspectos básicos que se deben dominar para poder aprender el lenguaje. Cuando no existe ninguna alteración, estos aspectos se adquieren de forma espontánea en el niño en sus primeros años de vida:

  • Respetar turnos
  • Atención conjunta
  • Contacto ocular
  • Imitación vocal: onomatopeyas
  • Imitación de gestos comunicativos básicos
  • Imitación de acciones con objetos
  • Seguimiento de instrucciones simples
  • Expresiones faciales
  • Responder a preguntas cerradas (si/no)

A partir de los 3 años, se trabaja en función de los siguientes niveles de análisis del lenguaje:

Nivel fonológico y del habla:

  • Pronunciación
  • Discriminación fonológica
  • Ritmo
  • Prosodia
  • Fluidez

Nivel léxico- semántico:

  • Formación de palabras
  • Relaciones léxicas
  • Vocabulario, tanto comprensivo como expresivo

Nivel morfo-sintáctico:

  • Longitud de los enunciados
  • Construcción de frases
  • Coordinación de elementos
  • Comprensión de oraciones

Nivel Pragmático:

  • Intencionalidad
  • Discurso pragmático
  • Usos sociales
  • Comunicación no verbal

Otro aspecto del que se ocupa el logopeda en el ámbito de la Atención Temprana es de las alteraciones en la alimentación y/o deglución, ya sea de forma aislada o en conjunto con lo mencionado anteriormente. Se realiza mediante la Terapia Miofuncional, la cual abarca el conjunto de procedimientos, estrategias y técnicas de evaluación para el tratamiento preventivo y rehabilitador, cuyo objetivo es evitar o corregir desequilibrios orofaciales mediante ejercicios de:

  • Respiración
  • Masticación
  • Deglución
  • Labios
  • Maseteros
  • ATM
  • Paladar
  • Lengua
Fuente

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