¿Qué es el trastorno de déficit de atención e hiperactividad?
El trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos más comunes en la niñez y puede continuar hasta la adolescencia y la edad adulta. Los síntomas incluyen dificultad para concentrarse y prestar atención, dificultad para controlar la conducta e hiperactividad (actividad excesiva).
Existen tres tipos de TDAH:1
- Predominantemente hiperactivo-impulsivo
- La mayoría de los síntomas (seis o más) se encuentran en la categoría de hiperactividad-impulsividad.
- Se presentan menos de seis síntomas de inatención, aunque que la inatención aun puede estar presente hasta cierto grado.
- Predominantemente inatento
- La mayoría de los síntomas (seis o más) se encuentran en la categoría de la inatención y se presentan menos de seis síntomas de hiperactividad-impulsividad, aunque la hiperactividad-impulsividad aun puede estar presente hasta cierto grado.
- Los niños que padecen este tipo son menos propensos a demostrarlo o tienen dificultades para llevarse bien con otros niños. Puede que estén tranquilos, pero no quiere decir que están prestando atención a lo que están haciendo. Por lo tanto, la conducta del niño puede ser pasada por alto y los padres y maestros puede que no noten que el niño padece del TDAH.
- Combinación hiperactivo-impulsivo e inatento
- Están presentes seis o más síntomas de inatención y seis o más síntomas de hiperactividad-impulsividad.
- La mayoría de los niños padecen el tipo combinado del TDAH.
Los tratamientos pueden aliviar muchos de los síntomas del trastorno, pero no existe cura. Con tratamiento, la mayoría de las personas que padecen del TDAH pueden tener éxito en la escuela y vivir vidas productivas. Los investigadores están desarrollando tratamientos e intervenciones más eficaces y usando nuevas herramientas como imágenes cerebrales, para comprender mejor el TDAH y encontrar maneras más eficaces de tratarlo y prevenirlo.
¿Cuáles son los síntomas del TDAH en niños?
La inatención, la hiperactividad y la impulsividad son los comportamientos clave del TDAH. Es normal que los niños a veces no presten atención o sean hiperactivos o impulsivos, pero en los niños con el TDAH, estas conductas son más severas y ocurren con más frecuencia. Para recibir un diagnóstico de este trastorno, un niño debe tener síntomas durante seis meses o más y en un grado mayor del que presentan otros niños de la misma edad.
Los niños que tienen síntomas de inatención pueden:
- Distraerse fácilmente, no percibir detalles, olvidarse de las cosas y con frecuencia cambiar de una actividad a otra
- Tener dificultad para concentrarse en una sola cosa
- Aburrirse con una tarea después de tan solo unos minutos, excepto que estén realizando una actividad placentera
- Tener dificultad para concentrarse en organizar y completar una tarea o en aprender algo nuevo
- Tener problemas para completar o entregar tareas; con frecuencia, pierden las cosas (p. ej., lápices, juguetes, asignaciones) que se necesitan para completar las tareas o actividades
- Parecen no escuchar cuando se les habla
- Sueñan despiertos, se confunden fácilmente y se mueven lentamente
- Tienen dificultad para procesar información de forma rápida y precisa como los demás
- Tienen dificultad para seguir instrucciones
Los niños que tienen síntomas de hiperactividad pueden:
- Estar inquietos y movedizos en sus asientos
- Hablar sin parar
- Ir de un lado a otro, tocando y jugando con todo lo que está a la vista
- Tener problemas para sentarse y estar quietos durante las comidas, la escuela y cuando se les lee cuentos
- Estar en constante movimiento
- Tener dificultad para realizar tareas o actividades que requieren tranquilidad
Los niños con síntomas de impulsividad pueden:
- Ser muy impacientes
- Hacer comentarios inapropiados, mostrar sus emociones sin reparos y actuar sin tener en cuenta las consecuencias
- Tienen dificultad para esperar por cosas que quieren o para esperar su turno en los juegos
- Interrumpen con frecuencia conversaciones o las actividades de los demás
El TDAH puede confundirse con otros problemas
Los padres y maestros puede que no se den cuenta de que los niños con síntomas de inatención padecen este trastorno, dado que más a menudo son callados y son menos propensos a manifestarlo. Puede que se queden tranquilos, aparentando hacer sus deberes, pero a menudo no están prestando atención a lo que están haciendo. Puede que se lleven bien con otros niños, en comparación con quienes padecen otros tipos del trastorno, quienes suelen tener problemas sociales.
Pero los niños que padecen el tipo de TDAH de inatención no son los únicos cuyos trastornos pueden pasar inadvertidos. Por ejemplo, los adultos pueden pensar que los niños con los tipos de hiperactividad e impulsividad solo tienen problemas emocionales o de disciplina.
Psicoterapia
Se usan diferentes tipos de psicoterapia para tratar el TDAH. La terapia conductual tiene como objetivo ayudar a un niño a cambiar su conducta. Puede implicar ayuda práctica, como ayudar a organizar tareas o completar el trabajo escolar, o superar eventos emocionalmente difíciles. La terapia conductual también le enseña al niño cómo monitorear su propia conducta. Aprender a darse elogios o premios por actuar de una manera deseada, como controlar la ira o el pensar antes de actuar, es otro de los objetivos de la terapia conductual. Los padres y maestros también pueden expresar comentarios positivos o negativos para ciertas conductas. Asimismo, normas claras, listas de tareas y otras rutinas estructuradas pueden ayudar que un niño controle su conducta.
Los terapistas pueden enseñarles a los niños habilidades para socializar, como de qué manera esperar su turno, compartir juguetes, pedir ayuda o responder a burlas. Aprender a leer las expresiones faciales y el tono de voz en otras personas y cómo responder de manera adecuada puede ser parte también de la capacitación en habilidades para socializar.
¿Cómo pueden ayudar los padres?
Los niños que padecen del TDAH necesitan guía y comprensión por parte de sus padres y maestros para alcanzar todo su potencial y tener éxito en la escuela. Antes de que se diagnostique el trastorno, frustración, culpa e ira puede haberse acumulado en la familia. Tanto los niños como los padres puede que necesiten ayuda especial para superar esos sentimientos adversos. Los profesionales de la salud mental pueden educar a los padres acerca del TDAH y de qué manera afecta a una familia. También ayudarán al niño y sus padres a desarrollar nuevas habilidades, actitudes y formas de relacionarse entre sí.
La capacitación para el desarrollo de habilidades de crianza de los hijos ayuda a los padres a aprender a usar un sistema de recompensas y consecuencias para cambiar la conducta del niño. Se les enseña a los padres que brinden comentarios positivos inmediatos para conductas que deseen alentar e ignorar o reorientar conductas que deseen desalentar. En algunos casos, se pueden usar el » tiempo fuera » cuando la conducta del niño se descontrola. En un «ttiempo fuera «, el niño es retirado de la situación que desencadena la ira y se lo sienta solo por un breve periodo de tiempo para que se calme.
También se les anima a los padres a compartir una actividad placentera o relajante con el niño, a fin de observar y señalar lo que el niño hace bien y elogiar las fortalezas y habilidades del niño. Pueden también aprender a estructurar situaciones de maneras más positivas. Por ejemplo, pueden restringir la cantidad de compañeros de juego a uno o dos, de manera que el niño no se sobre estimule. O bien, si el niño tiene dificultades para completar tareas, los padres pueden ayudarlo a dividir las tareas grandes en pasos más pequeños y más manejables. Además, los padres pueden utilizar técnicas para aprender a controlar el estrés y mejorar su habilidad para afrontar las frustraciones, de manera que puedan responder con calma ante la conducta de su hijo.
A veces, toda la familia puede necesitar terapia. Los terapistas pueden ayudar a los miembros de la familia a encontrar mejores formas de controlar las conductas perjudiciales y fomentar cambios conductuales. Finalmente, los grupos de apoyo ayudan a los padres y familias a conectarse con otras familias que padecen problemas y preocupaciones similares. Los grupos se reúnen regularmente para compartir frustraciones y logros, intercambiar información sobre especialistas y estrategias recomendadas y hablar con expertos.
Consejos para ayudar a los niños a mantenerse organizados y seguir instrucciones
Horario. Mantenga la misma rutina todos los días, desde el momento de levantarse hasta el momento de acostarse. Incluya tiempo para las tareas escolares, juegos al aire libre y actividades en lugares cerrados. Mantenga el horario en el refrigerador o en un tablero de anuncios en la cocina. Escriba cualquier cambio en el horario con la mayor anticipación posible.
Organice las tareas diarias. Tenga un lugar para todo y mantenga cada cosa en su lugar. Esto incluye la ropa, las mochilas y los juguetes.
Use tareas y cuadernos organizadores. Use organizadores para el material de la escuela y los suministros. Acentúe la importancia de anotar las tareas y traer a casa los libros necesarios.
Sea claro y consistente. Los niños con el TDAH necesitan reglas consistentes que puedan entender y seguir.
Ofrezca elogios o recompensas cuando se obedecen las normas. Los niños con el TDAH frecuentemente reciben y esperan ser criticados. Observe las buenas conductas y elógielas.