¿Qué beneficios trae al alumno dar clases particulares en verano?
1.- Rutina. Si, aunque parezca que no, después de dos semanas sin hacer nada hasta un niño necesita una rutina. Muchos la encuentran en salir a jugar todas las mañanas con sus amigos, ir a la playa, a la piscina o ver los dibujos animados en la tele. Incluye en esa rutina un poco de esfuerzo mental, no le vendrá nada más.
2.- Socializar. Si las clases particulares son en grupo y está formado por niños distintos a los de su grupo habitual, el niño aprenderá a socializar con otros niños diferentes y se enriquecerá. A la hora de buscar clases particulares, sacarlo de su zona de confort le puede beneficiar bastante.
3.- Refuerzo. Si hay alguna materia que han llevado mal durante el año, no dejes que pase el verano completo sin que vuelva a ver nada de ella. Será necesario, al menos, un mínimo refuerzo para que el año siguiente no se atranque de nuevo en esa misma materia y su año sea mucho más sencillo.
4.- Mejorar. Cuando empiezan a ser más mayores, empieza a ser necesaria una exigencia mayor. Muchos alumnos deciden en verano mejorar en aquello que les gusta o le ven futuro. Las clases particulares de inglés suelen ser una de esas asignaturas en que muchos quieren mejorar de cara a su futuro más inmediato (ir de intercambio al extranjero, entender letras de canciones en inglés, preparación para exámenes oficiales de Cambridge…)
5.- Hábitos de estudio. Si se mantiene una formación continuada, aunque sea a menor ritmo que durante el año escolar, el niño no perderá el hábito de estudio y lo tomará como algo normal. Un hábito se dice que se hace si en los tres primeros días tras iniciarlo no se corta y si se mantiene al menos durante 21 días seguidos.
6.- Diversión. Y por último diversión. La clases particulares en verano son divertidas, aprendes, mejoras o refuerzas tus conocimientos.