`Doctor, si no lo estuviese viendo con mis propios ojos, no lo creería`. Ésta es una de las frases que más oigo en mi consulta en los últimos años. Son padres cuyos hijos tienen Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), y que ven con sorpresa, que sus hijos son capaces de mantenerse concentrados jugando una partida de Ajedrez en consulta. `Si no lo veo, no lo creo` insisten. Sin embargo, es lo que nosotros nos encontramos al realizar el estudio: Jaque Mate al TDAH, y que coincide a pies puntilla con comentarios que le he escuchado a mi buen amigo Leontxo García en su peregrinaje apoyando el uso del Ajedrez Social y Terapéutico a lo largo y ancho del mundo.
A priori, el uso del ajedrez como parte del tratamiento del TDAH parece contra-intuitivo. Porque, si algo caracteriza a las personas con TDAH no tratadas es que generalmente evitan o se resisten a realizar tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido y/o un grado de organización elevado. Y precisamente, tanto el esfuerzo mental sostenido, como la organización, son básicos para la práctica del ajedrez. Así, no es de extrañar que, en la guía práctica para padres de la FEAADAH se recomendase específicamente a los padres: `[…] no le sugiera juegos que requieran demasiada concentración, como el ajedrez o el dominó`. Pero entonces, ¿en qué quedamos?
¿Es bueno el ajedrez para las personas con TDAH?
Como casi todo en la vida, depende. En mi opinión, contraindicar los juegos o actividades que requieren de un esfuerzo sostenido a las personas con TDAH, es una barbaridad. ¿Deberíamos negar la lectura del periódico a un adulto con TDAH, sólo porque es incapaz de leer de manera continua, y es un `lector de titulares`? ¿Negamos entonces la lectura a los niños con TDAH? ¿No será mejor, tratar adecuadamente su TDAH, y entonces, recomendarles encarecidamente que, ahora sí, lean todo lo que puedan? He tenido pacientes que me han dado las gracias, con lágrimas en los ojos, por ser capaces de leer una novela por primera vez en su vida en la edad adulta, tras ser diagnosticados y adecuadamente tratados de su TDAH. `Doctor, que gran placer la lectura` me han comentado, avergonzados, etc. La lectura, como el ajedrez, es una actividad que requiere de la atención, y del esfuerzo sostenido. Y no creo que nadie, menos un profesional experimentado, en su sano juicio, se atreva a contraindicar la lectura a una persona por tener TDAH.
Así, por mi experiencia de los últimos años, que se basa en el uso del Ajedrez como una herramienta terapéutica complementaria, y en el contexto del tratamiento multimodal del TDAH, puedo afirmar que el ajedrez no sólo es útil, sino que es muy recomendable para las personas afectadas por TDAH. El quid de la cuestión está probablemente en cuándo y cómo introducir el ajedrez en la vida de una persona diagnosticada de TDAH, y en quién imparte esas clases. Así, si la introducción del ajedrez se da en un niño que no está adecuadamente tratado, sobre todo si se trata de un niño con un TDAH moderado o severo, el ajedrez no será eficaz, y con total seguridad dirá que no le gusta. Él niño se quedará frustrado. Y los profesionales perderemos una herramienta de gran utilidad cuando es utilizada de la manera adecuada. No se trata, por lo tanto, de prohibir, sino de adecuar el esfuerzo mental del ejercicio propuesto (lectura, ajedrez) a las posibilidades reales de esa persona en ese momento concreto. En resumen, recomendar sin más, a una persona que aún no está adecuadamente tratada de su TDAH, jugar al ajedrez sin más, no tiene ningún sentido. Sería como pedirle a una persona que no realiza ninguna actividad física que mañana corra la San Silvestre. Probablemente será un completo fracaso, y esa persona será una más de esa legión de personas que dice que no le gusta el ajedrez sin haberlo conocido, etc.
Si, por el contrario, la introducción del ajedrez se da en un niño o adolescente cuyo TDAH está adecuadamente tratado, que muestra al menos algo de interés por el ajedrez, y el profesor o monitor de ajedrez es capaz de adaptar su enseñanza a las características del menor con TDAH, el ajedrez beneficiará, y mucho a su hijo.
¿En qué beneficia el ajedrez a los niños con TDAH?
1. Mejora de los síntomas nucleares del TDAH
En primer lugar, los niños y adolescentes que practican regularmente ajedrez mejoran en los síntomas cardinales del TDAH (hiperactividad, impulsividad, e inatención), tal y como dejamos reflejado en un artículo que será publicado en breve en la Revista de Psiquiatría y Salud Mental. Pero no sólo.
2. Generación de hábitos
Aunque en nuestro estudio sólo usamos escalas para medir la sintomatología nuclear del TDAH, nos sorprendieron una serie de comentarios realizados por los padres de los niños y adolescentes que participaron en el mismo. Así, uno de los comentarios que nos llamó más la atención fue que los padres señalaban que el ajedrez ayudaba a sus hijos a `sentarse con regularidad a hacer los deberes`. Es decir, parecía ayudar en la generación de hábitos.
3. Entrena la toma de decisiones
Otro comentario interesante era que, aquellos menores que también practicaban otros deportes, como el fútbol, parecían mejorar sin esfuerzo en los mismos. No es de extrañar, porque la práctica regular del ajedrez podría ayudar a tomar las decisiones adecuadas. Sabemos que las personas con TDAH toman decisiones de manera irreflexiva, lo cual se relaciona con un funcionamiento inadecuado de su corteza prefrontal. En el ajedrez, como en la vida, se están tomando continuamente decisiones. Los errores en la vida, se pagan caros. En el ajedrez, salvo que uno se apellide Anand o Carlsen, y pierda el campeonato del mundo, ¡no tanto! Es decir, el ajedrez supone una plataforma segura para entrenar la toma de decisiones que posteriormente necesitamos en nuestro día a día. En el ajedrez, como en la vida, hay que ponderar diferentes alternativas antes de tomar una decisión. El ajedrez puede ayudar a ello.
4. Mejora de las competencias cognitivas y sociales
Además, el ajedrez mejora las competencias cognitivas y sociales, que son dos de las áreas más afectadas en los niños con TDAH. En un estudio realizado en Tenerife por Lorena García y colaboradores, la práctica regular del ajedrez resultó más beneficiosa que la práctica regular de baloncesto o fútbol en mejorar las habilidades cognitivas, capacidad para resolver problemas, y para adaptarse a la realidad. En otro estudio también se encontró que ayudaba a mejorar las relaciones interpersonales. Y es que, a diferencia de otros deportes, el ajedrez es un juego entre dos personas, con unas normas muy claras y en el que, generalmente, tras finalizar la partida, los contendientes se quedan analizando la partida, y cada uno de ellos aporta posibles jugadas que no quedaron reflejadas en el tablero. ¿Algo que ver con lo que vemos, lamentablemente, en los campos de fútbol con cierta frecuencia? Además, el hecho de que sea un deporte `a dos` facilita la interacción entre personas lo que hace que el ajedrez sea muy recomendable en personas con TDAH u otros trastornos en los que haya dificultades interpersonales (por ejemplo, en el síndrome de Asperger). De hecho, si alguien quiere que su hijo `funcione` bien en deportes de equipo y tiene unas pobres habilidades sociales, mi recomendación sería que empezase por el ajedrez y por otros deportes en los que la relación es principalmente 1 a 1 -tenis, judo, kárate-, y que, posteriormente, ya se integre en deportes `de equipo`.
5. Mejora de la autoestima y la tolerancia a la frustración
Por otra parte, la práctica regular de ajedrez también sirve para mejorar la autoestima -cuando se ganan las partidas o al menos, se hace un buen juego- y mejora la tolerancia a la frustración, y a regular y controlar los sentimientos o emociones que la acompañan -rabia, ira-, ya que, evidentemente, se pierden muchas partidas de ajedrez, lo cual obliga a nuestros pequeños ajedrecistas a que generen mecanismos de auto-regulación de su impulsividad. Además, la retro-alimentación es inmediata.
6. Mejora de la memoria visual y de trabajo
También es evidente que el ajedrez ayuda a mejorar las habilidades viso-espaciales (memoria visual) y la memoria de trabajo. En la práctica del ajedrez es fundamental memorizar patrones de jugadas, que durante la competición, hay que recordar, intentando aplicar la mejor de las opciones disponibles. Asimismo, el ajedrez fomenta la planificación y organización. Es evidente que las posibilidades de éxito en ajedrez son mucho mayores si hay un `plan`. En fin, la vida misma.
Tratamiento de TDAH y ajedrez: Resultados sorprendentes
Les diré que recientemente me he llevado una gran alegría. Uno de mis pacientes, un adolescente al que trato desde hace más de 3 años, vino acompañado por su madre a la consulta. Los dos estaban radiantes. La madre, porque su hijo está cursando secundaria, sacando notables. El chaval, al cual conocí con un nivel de autoestima devastado hace 3 años, estaba feliz, diría que orgulloso de sí mismo. Me acuerdo de las primeras consultas en las que el chaval me contaba sus dificultades académicas relacionadas con su dispersión e inatención, sus dificultades con los `colegas`, que lo tenían victimizado, su tendencia a juntarse con los `malotes` de la clase, y un largo etcétera. Honestamente, nunca pensé que mi paciente llegaría a secundaria. Iniciamos tratamiento farmacológico, psicoeducativo, y algunas pautas básicas cognitivo-conductuales. En aquella temporada estábamos montando el proyecto `Jaque Mate al TDAH` y sus padres y él mismo aceptaron participar en el estudio. Lleva jugando regularmente al ajedrez desde entonces. Hoy, con 16 años, sigue medicado, pero toma la mitad de la dosis que requeriría en relación a su peso. Está sacando unas `notazas`, tiene un excelente nivel de autoestima y es un chaval querido y apreciado por sus iguales. Y no es el único en el que estoy encontrando una evolución similar.
Eso sí, es importante no generar falsas expectativas en los padres. En alguna ocasión me ha llegado a la consulta algún padre que ha oído que `tratamos` el TDAH con ajedrez, y que no quieren darle fármacos a sus hijos. La realidad, es que el Ajedrez no es magia. Pero puede ser mágico en el TDAH si se sabe usar bien. El ajedrez no sustituye a los fármacos, salvo quizás, en algunos casos de TDAH leve. Más bien, complementa a otros tratamientos englobados dentro del tratamiento multimodal del TDAH (psicoeducación, psicoterapia -principalmente cognitivo-conductual-, y tratamiento farmacológico).
Otra cosa que me llama la atención es que muchos padres descubren que sus hijos con TDAH saben jugar al ajedrez, o se sorprenden de que les guste jugar. En mi experiencia, la mayoría de los niños y adolescentes que no han tenido ningún contacto previo con el ajedrez, sienten una curiosidad innata por el mismo. Al fin y al cabo, el ajedrez es simplemente juego. Es cierto que, algunos lo rechazarán abiertamente y sin contemplaciones. En esos casos, yo no insistiría, o si acaso, usaría estrategias indirectas para generar interés por el ajedrez (por ejemplo, que vea a alguno de sus padres o hermanos jugar). Porque no podemos perder una de las armas fundamentales del ajedrez, que no es otra que su aspecto lúdico. Sí. Tratamos al niño jugando.
TDAH y ajedrez: otros beneficios.
Otro aspecto que me gustaría señalar es que, al margen de su efecto terapéutico, el ajedrez tiene otras dos grandes ventajas para los profesionales que trabajan con niños y adolescentes en entornos de salud mental:
1. Con el ajedrez es muy fácil perder el miedo a las `batas blancas`.
Muchos niños van con recelo a los médicos, principalmente en la primera consulta. En realidad, no dejamos de ser unos extraños totales para los niños. En cuanto ven un ajedrez en mi mesa, se relajan. Y cuando echamos una partida, esos niños ya no ven mi bata blanca, sólo que hay piezas blancas y negras. Es decir, se lo pasan bien en consulta, y es mucho más sencillo establecer un vínculo con los niños. Y sus padres perciben que ir a consulta no es sólo para que sus hijos comiencen un tratamiento farmacológico, sino para eso, y mucho más.
2. Permite monitorizar y contrastar la información que aportan los padres de palabra.
Es decir, se puede usar como una herramienta diagnóstica complementaria. En mi consulta, una vez he terminado la entrevista, mientras los padres rellenan algunas escalas clínicas, aprovecho para jugar unas rápidas que me permiten observar cual es el patrón de juego de los chavales, su impulsividad, los fallos por inatención, su planificación y estrategia, etc. Eso me aporta una información complementaria a lo que he observado y lo que me han referido los padres en consulta. Es decir, me permite monitorizar la evolución de mis pacientes, contrastarla con la visión subjetiva de sus padres y educadores -¡que no siempre es la mejor fuente de información!- y me ayuda en la toma de decisiones sobre, por ejemplo, si tengo que hacer o no reajustes farmacológicos.
¿Quién debe enseñar el ajedrez?
Ahora que quizás estén convencidos de que el ajedrez puede ser beneficioso para su hijo con TDAH, valore cuidadosamente quien es la persona que va a enseñar ajedrez a su hijo. De igual manera que haría con cualquier otra actividad extra-escolar para su hijo. Como en el anuncio, busque y compare. Como señala Leontxo, la evidencia parece señalar que las personas más adecuadas para la enseñanza de ajedrez en el entorno escolar son los propios profesores, eso sí, teniendo la formación adecuada para la enseñanza del ajedrez. En mi experiencia, dentro de las características que un buen educador/monitor debe tener, la fundamental es que disfrute de la enseñanza del ajedrez, que sepa adaptar las clases a las características de sus alumnos, que sea empático, y que haga las clases divertidas.
En este sentido, recientemente Leontxo García nos ha recordado que es probable que se incluya el ajedrez como asignatura en un futuro cercano en España, siguiendo las recomendaciones del Parlamento Europeo. Dado que el ajedrez es beneficioso en las competencias evaluadas en los informes PISA -cálculo, lengua, entre otras-, no me extrañaría que empezásemos a mejorar de manera natural en los citados informes si finalmente se introduce el ajedrez en nuestro sistema educativo (¿sabe que el ajedrez hará a sus hijos más listos? Pues así es). Si posteriormente se objetiva que alguno de esos chavales está especialmente bien dotado para el ajedrez y quiere convertirse en un campeón, ahí sí, los monitores de los clubs de ajedrez serán las personas adecuadas. En resumen, en la escuela no buscamos campeones de ajedrez, sino ¡campeones en la vida!
Y en el medio familiar, muchos padres han acabado por aprender a jugar al ajedrez para poder compartir el juego con sus hijos. Y cuando estos chavales tienen hermanos, tenemos un juego magnífico. Es cierto que eso puede desembocar inicialmente en partidas `conflictivas` en las que haya algún mal perdedor. Pero nuestro deber como padres, y como sociedad, es no crear niños `burbuja`, niños de `cristal`. No hay nada que estructure más una personalidad sana que la frustración. Y el ajedrez, nos lo pone fácil.
En resumen, podríamos decir que la práctica regular del ajedrez es una especie de rehabilitación cognitiva -o de `gimnasia mental` como bien dice Leontxo- con la gran ventaja de que es un juego casi infinito y tremendamente divertido. Es importante seguir las indicaciones de nuestro médico y complementarlo con deporte, porque el ajedrez es tremendamente demandante a nivel cardiovascular. Piensen que el cerebro es el órgano que más energía necesita del cuerpo humano y que gasta aproximadamente un tercio de toda la energía de cada persona!!!. Juegue una partida de ajedrez, y observe que ocurre con su corazón. ¡Con razón los ajedrecistas de competición trabajan tanto su físico como su preparación mental. En definitiva, el ajedrez nos ayuda a incorporar el Mens sana in corpore sano en el día a día de nuestros hijos, tengan o no TDAH. ¡Dele Jaque Mate al TDAH! Y si quiere saber más de los usos terapéuticos y sociales del ajedrez, no deje de acudir a las IV Jornadas de ajedrez, sociedad, educación y salud mental, que tendrán lugar el 20 de Junio de 2015 en Navacerrada.
Artículo de Hilario Blasco Fontecilla, Psiquiatra infantil y del adolescente. Hospital Universitario Puerta de Hierro. Madrid.
http://www.tdahytu.es/tdah-y-ajedrez-rehabilitacion-cognitiva/