Anormal: que es distinto de lo general o de lo común o se aparta de su estado natural o de las condiciones que le son inherentes. 1


Usemos un buen vocabulario. La palabra «anormal» se ha asociado con retraso mental. El significado real sería según el diccionario: que es distinto de lo general o de lo común o se aparta de su estado natural o de las condiciones que le son inherentes.FB_IMG_1452256639850


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Una idea sobre “Anormal: que es distinto de lo general o de lo común o se aparta de su estado natural o de las condiciones que le son inherentes.

  • M.Z

    Otra  posible,  y  también  probablemente  defectuosa,  definición  de  normal  es  aquella  que  la define  diciendo  que  se  trata  de  “la  actividad  mental  por  medio  de  la  cual  el  conocimiento,  la habilidad,  los  hábitos,  las  actitudes  e  ideales  son  adquiridos,  retenidos  y  utilizados,  originando progresiva  adaptación  y  modificación  de  la  conducta.  Es  un  término  que  se  le  da  a  una  persona que  supuestamente  no  cuenta  con  ninguna  discapacidad”.  En  este  ejemplo,  normal  es  el  que no  es  discapacitado. Sin  embargo,  todos,  en  mayor  o  menor  grado,   contamos  con  algún  hándicap,  aunque  no  sea una  discapacidad  en  un  sentido  estricto.  Yo  no  se  pintar  como  Velázquez,  quizá  no  tengo  buen oído  musical,  tal  vez  soy  torpe  en  el  deporte  y  cocinar  unos  huevos  fritos  son  una  odisea culinaria.  Estos  hándicaps  no  me  convierten  en  un  discapacitado,  al  menos  en  mi  entorno social  actual.  De  algún  modo,  no  me  apartan  de  la  normalidad.  Es  bien  sabido  que  no  existe  la perfección  en  el  terreno  de  lo  humano.  La  cuestión  es  cuanta  “imperfección”  hace  falta  y  en qué sentido para considerar la anormalidad como anormalidad patológica. 

    Por eso los profesionales de la salud debemos ser cautos y prudentes teniendo en cuenta que: Quien  porte  diagnóstico  de  anormal  deberá  enfrentar  el  duro  camino  del  retorno  a  lo  normal, convirtiéndose  en  objeto  de  intervención  de  los  profesionales  que  deben  hacerse  cargo  de  la anormalidad.  El  sujeto  ya  no  es  tal,  se  ha  convertido  en  un  objeto.  Perderá  su  nombre.  Pasará a  ser  llamado  por  su  déficit  y  podrá  ser  mirado,  medido,  evaluado,  etiquetado,  corregido  y vuelto  a  corregir,  medicado,  internado,  escondido,  expulsado,  “integrado”,  controlado. Prácticas  que  esconden  su  sentido  de  protección  de  los  normales  frente  al  peligro  de  la anormalidad.