Las técnicas de estudio son las estrategias de estudio que se ponen en marcha para favorecer el aprendizaje. Éste es un proceso de adquisición de habilidades y conocimientos, que se produce a traces de la enseñanza, la experiencia o del estudio.
Las técnicas de estudio pueden variar dependiendo de las capacidades y necesidades del alumnado. Cuanto más se conozca al alumno, mejor podrá personalizarse las técnicas de estudio que serán más adecuadas.
A la hora de estudiar hay unos pasos que se deben seguir para generar un aprendizaje de los contenidos adecuado. Y con ello entran en marcha las técnicas de estudio, que proporcionan al alumno, unas pautas y una orientación para que sepa autorregular el proceso de aprendizaje y que a la vez aumente su autonomía. Esto le proporcionará a su vez, una sensación de satisfacción personal, que correlaciona positivamente con la motivación hacia el aprendizaje.
¿Cómo llevar a cabo las técnicas de estudio?
Paso 1. Estar motivado/a
La motivación es absolutamente necesaria para conseguir un buen aprendizaje de los contenidos. No sólo depende de que previamente le pueda gustar al alumno una determinada asignatura o temática, sino que es importante cómo se percibe él mismo ante el estudio, su autoestima y autoconcepto académico y cómo percibe el entorno que le rodea (profesores, compañeros, aula, resultados académicos, familia…). Es un factor muy complejo y es importante que el alumno tome conciencia de que si una asignatura le resulta complicada, sea capaz de adoptar una perspectiva de superación personal. Ésta dependerá de estos múltiples factores que favorecerán a la seguridad del estudiante y a su iniciativa.
Paso 2. Planificarse adecuadamente el estudio
El lugar de estudio debe tener unas características necesarias para que favorezca un estudio productivo: debe ser siempre el mismo, con luz natural a ser posible, que esté libre de distracciones y tenga exclusivamente lo necesario para llevar a cabo el estudio. Además, el alumno debe sentirse identificado con el ambiente y estar a gusto en él.
En cuanto al tiempo dedicado al estudio, es importante que esté bien planificado y se cumpla con un horario que suela ser el mismo siempre. Adoptar una rutina ayuda a la predisposición al estudio, y por ello, diseñar un horario semanal teniendo en cuenta los objetivos de aprendizaje que son necesarios en cada caso, mejorará su evolución escolar.
Paso 3. Mantener la atención y concentración
La falta de concentración provocará pérdidas de tiempo de trabajo, y por tanto, el aprendizaje se desarrollará de forma más lenta, y requerirá un esfuerzo mayor, ya que será necesario retomar los conceptos en los cortes de atención que hayan surgido.
Esta dispersión puede darse tanto por factores externos (ruidos, objetos, etc.) o por factores internos (cansancio, preocupaciones, etc.).
Es necesario que el alumno comprenda que debe centrarse en la tarea, y si le resulta aburrida, intentar buscar estrategias de trabajo que le mantengan más activo.
Por ejemplo, si un niño se distrae leyendo un texto en el que debe ir subrayando las ideas principales, busquemos subrayar de colores según la temática del texto. Que él mismo escoja los colores que quiere usar, y se le anima a que relacione los diferentes temas que aparecen en el texto según los colores que se han asignado. Esto lo mantendrá más activo, ya que deberá ir cambiando de colores, y además, le proporcionará un aspecto más lúdico a la tarea.
Paso 4. Activar los conocimientos previos
Para conseguir un buen aprendizaje, tal y como dice el teórico David Ausubel y quien da nombre al concepto de “aprendizaje significativo”, el cual hace referencia al aprendizaje que un estudiante realiza cuando relaciona la información nueva con la que ya posee, reajustando y reconstruyendo ambas informaciones en el proceso. Este es el aprendizaje que crea un auténtico significado en el alumno, entendiendo y relacionando los conceptos, siendo más crítico con las ideas y haciendo más relevante el proceso de aprendizaje. Este se relaciona además, con las experiencias propias y la forma en que cada uno relaciona los conceptos. De ahí que dependa de la estructura cognitiva de cada alumno.
¿Cómo pueden activarse los conocimientos previos que ya posee el alumno con los nuevos que se deben aprender?
- Fijarse en los títulos y subtítulos del texto: Leer los títulos y subtítulos y plantearse de qué irán, sin leer aun el texto completo. Esto activará los conocimientos previos que ya posee que le evocan los títulos.
- Lectura rápida: Activa lo que ya sabe. Son lecturas que llevarán como mucho 5 – 10 minutos de tiempo.
- Preguntas y respuestas: Formularse preguntas ayudará a la comprensión de los textos y hará de guía hacia el conocimiento. Una vez leído el texto, que el alumno debe realizarse las preguntas básicas que le ayudarán a enmarcar y organizar mejor la lectura realizada: ¿Quién? ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Qué? ¿Cuándo?…
Paso 5. Poner en marcha estrategias de recogida y selección de la información
En esta parte, el alumno debe recopilar la información relevante y necesaria leída.
¿Cómo puede hacerlo?
- Lectura comprensiva: Es una lectura lenta, reflexiva, profunda y exhaustiva del texto.
- Tomar apuntes: Ayuda a extraer las ideas más importantes y plasmarlas brevemente, con orden y de forma clara.
- Subrayado: Es la técnica más tradicional. Se debe tener en cuenta que nunca se debe subrayar más del 50% del texto y no deben subrayarse artículos, preposiciones, etc. Debe tener sentido, pero no sentido gramatical. Lo importante es subrayar las ideas importantes, no frases o párrafos completos.
- Parafrasear en los márgenes: Escribir en los márgenes acerca del tema que se está leyendo. Escribir en paralelo a los párrafos leídos para que haya un orden y se correspondan bien las anotaciones al texto principal.
Paso 6. Hacer uso de estrategias de síntesis y comprensión
Hay diferentes técnicas para realizar la síntesis de los conceptos leídos:
- Esquema: Una vez realizado el subrayado, se deben organizar las ideas clave siguiendo una jerarquía. Una vez establecida en ideas principales, secundarias, etc. y teniendo claro qué conceptos van dentro de las diferentes ideas, se procede a realizar el esquema. Los esquemas pueden ser de llaves ({), líneas o flechas (—/–>), o puntos (1., 1.1.,1.2.,…).
- Mapa conceptual: Pretende organizar la información de una forma más rígida y consiste en la organización de la información mediante palabras o conceptos clave, relacionando unos con otros mediante cuadros y líneas. Es una técnica muy utilizada y que produce un aprendizaje significativo muy completo, dando lugar a niveles muy altos de comprensión y memorización.
- Cuadro comparativo: Esta técnica resulta útil cuando se trata de realizar comparaciones entre diferentes aspectos (teorías, etapas históricas, técnicas, etc.). Consiste en realizar tablas con tantas filas y columnas como conceptos se quieran desarrollar y comparar.
- Mapa mental: Consiste en ir tejiendo una tela de araña que empieza con el concepto principal en el centro de la página y va creciendo y desarrollándose en diferentes ramificaciones. Se asocian palabras a imágenes para recodar y entender mejor lo que se pretende expresar. Pueden realizarse con dibujos y diferentes diseños, y ello proporciona un aspecto más personal y emocional al aprendizaje.
Paso 7. Trabajar la memoria
La memoria facilitará el recuerdo de los aprendizajes, y por consiguiente, su asimilación.
¿Cómo trabajarla?
- Repetición: Es una estrategia puramente de memorización que funciona bien a corto plazo, pero que si no se acompaña del repaso acabará perdiéndose con el tiempo.
- Reglas de asociación: Asociar conceptos nuevos a los ya conocidos, creando enlaces creativos, etc. Cuando se memoriza comprensivamente y se asimilan los conceptos nuevos, se asocia la información nueva con la antigua. Esto favorecerá a que permanezca en la memoria a largo plazo, ya que se ha creado un significado comprensivo del aprendizaje (aprendizaje significativo). Sin duda, es la mejor técnica que se puede utilizar.
Paso 8. Repasar y el recordar los contenidos
Para repasar se necesita releer lo que se asimilado, y para recordarlo será necesario a través del esfuerzo de la memoria. Es necesario que el repaso y el recuerdo constituyan una parte de la planificación del estudio, sobretodo para casos de exámenes, ya que con ello, se van consolidando los conocimientos y acaban formando parte de nosotros.
Los ciclos adecuados para trabajar el repaso y el recuerdo son: primer día de repaso/recuerdo, al día siguiente, a los tres días, a la semana siguiente, a las tres semanas, al mes siguiente, a los tres meses…
Paso 9. Transferir los conocimientos para evaluar lo aprendido
Para sintetizar lo que se ha aprendido debe poder reflejarse de alguna forma externa, con el objetivo de valorar el nivel de aprendizaje que se ha obtenido.
¿Cómo puede hacerse?
- Resumen: Realizar una síntesis escrita de lo que se ha aprendido. Para ello, antes se debe haber esquematizado o haber hecho algún tipo de mapa. El resumen debe ser claro, no literal al texto, y no debe superar un tercio del texo inicial.
- Mapas mentales o conceptuales en blanco: Sólo se tiene la imagen y las relaciones, pero no los conceptos. Así para recordar, se deberán rellenar los espacios que están en blanco. De esta manera, se comprueba si se entienden los contenidos y las relaciones entre las ideas.
- Esquemas mudos: Tiene guiones, llaves, etc., pero no tiene palabras. Se deben recordar las palabras que faltan y así se relacionan las ideas.
Fuente: www.psicoayudainfantil.com