Las vacaciones de verano suponen un momento de descanso para la familia, pero en niños con TDAH estos cambios de rutina y hábitos pueden condicionar un momento de especial dificultad en el manejo de estos niños. Los cambios en los horarios y rutinas pueden provocar un empeoramiento de los síntomas, principalmente los relacionados con la hiperactividad y la impulsividad en los niños con TDAH.
Para poder mitigar estos efectos esperables los padres pueden seguir los siguientes consejos:
Horarios
Intentar organizar un horario estructurado, manteniendo las rutinas y horarios en la medida de las posibilidades de cada familia. Organizar las actividades diarias en función de las necesidades del niño. Por ejemplo en niños con dificultades en el aprendizaje escolar realizar las tareas de refuerzo escolar por la mañana y las actividades lúdicas por la tarde.
Continuidad
Continuar con alguna actividad que se ha realizado durante el resto del año y que seadel agrado del niño (por ejemplo: mantener clases de tenis, practicar su deporte favorito, etc…) para favorecer que haya una continuidad y mantener una vía de descarga de su necesidad de actividad física.
Juegos
Utilizar el juego como una forma más de aprendizaje ya que con el juego trabajamos la atención, la memoria, la aceptación de normas, el autocontrol, la psicomotricidad y el desarrollo de habilidades sociales. Jugar con el niño afianzará sus aprendizajes y potenciará los lazos afectivos entre padres e hijos.
Tiempo en familia
Aprovechar el tiempo libre del que disponemos para buscar momentos agradables con el niño, momentos de reflexión, potenciar su autoestima, recordarle los esfuerzos que está realizando y lo que se le valora por ello, acentuar nuestra atención sobre sus aspectos positivos.
Lectura
Potenciar el gusto por la lectura ofreciendo la posibilidad de leer libros que sean de su interés, que incluyan manualidades y/o juegos. Leer con el niño cuando es pequeño potenciará que en su etapa adulta asocie la lectura a momentos entrañables con sus padres y tenga una actitud positiva ante los libros.
Viajes
Si vamos a realizar algún viaje deberemos adecuar los horarios a la rutina del niño. Podemos convertir visitas culturales en una aventura si por ejemplo realizamos una yincana y buscamos secretos o tesoros por la ciudad mientras realizamos su recorrido cultural.
Por lo tanto, es importante aceptar que es posible que el niño esté más alterado por los cambios en la rutina habitual del resto del año. Mantener la calma y no considerarlo como un empeoramiento en sus síntomas sino como una situación esperable y pasajera.
En general, adecuar nuestros horarios a las necesidades del niño y disfrutar de los momentos agradables en familia, estableciendo unas expectativas realistas de nuestras vacaciones, hará que nos sintamos más a gusto y aprovechemos este tiempo de descanso y convivencia con nuestros hijos.