Si vemos que los errores de pronunciación no desaparecen a los 4 años, sí que debemos consultar a un logopeda, y antes de los 4 años, si vemos que son errores que provocan que se entienda muy mal al niño o que hagan que esto interfiera en su capacidad para comunicarse o esté interfiriendo en otras áreas, también deberíamos consultar.
La dislalia infantil suele ser detectada en los primeros años, y aunque no represente gravedad es conveniente corregirla lo antes posible, para evitar problemas de conducta y de comportamiento en los niños. Un diagnóstico temprano de esta dificultad en el habla del niño es sumamente importante. Ya que de no tratarse puede causar problemas de comunicación con su entorno y otras dificultades que pueden alterar su aprendizaje escolar.
Cuando un niño menor de cuatro años presenta errores en la pronunciación, está considerado como normal, ya que está cubriendo una etapa en el desarrollo del lenguaje infantil. En esta etapa, la dislalia evolutiva no requiere tratamiento ya que el habla y la adquisición del lenguaje están todavía en fase de maduración. Sin embargo, si los errores en el habla se mantienen más allá de los cuatro años, se debe consultar a un especialista.
Es normal que los fonemas se digan mal y se vayan aprendiendo poco a poco durante la infancia. Si un niño a los 5 ó 6 años tiene dislalias, debe acudir al logopeda para una valoración. Si las dislalias persisten a los 7 años son más difíciles de corregir, así que deben tratarse antes de los 6-7 años para que los errores en el lenguaje oral no afecten al aprendizaje de la lectura y la escritura. Para ellos la palabra que pronuncian mal, es correcta.
La duración del tratamiento depende del niño y de su edad, a más edad más dificultad, sobre todo si ha aceptado no hacerlo bien o no se da cuenta de que lo hace mal.
El trabajo en casa es muy importante, los padres y familiares deben realizar ejercicios siempre que el logopeda lo indique para completar el tratamiento.
Obelecia Judith Brito Afonso.
Logopeda.