Los resultados de una nueva investigación indican que las habilidades cognitivas desarrolladas en edad estudiantil a partir de recibir lecciones de música parecen transferirse a asignaturas no relacionadas, conduciendo ello a un mejor rendimiento académico.
La educación musical se ha visto diezmada en las escuelas de muchas naciones, debido a la competición con otras asignaturas académicas y a una falta cada vez mayor de financiación. En la actualidad, la oportunidad de aprender a tocar un instrumento musical se ve más como un lujo que como una parte necesaria de la educación.
El equipo de Artur Jaschke, de la Universidad Libre de Ámsterdam en los Países Bajos, llevó a cabo el estudio con 147 niños de diversas escuelas de esa nación. Todas seguían el conjunto de asignaturas de escuela primaria normal, con algunas proporcionando clases suplementarias de música o de artes visuales. En dichas clases suplementarias, los niños recibían lecciones tanto teóricas como prácticas.
Después de dos años y medio, se evaluó el rendimiento académico de los niños, así como varias habilidades cognitivas, incluyendo las de planificación, inhibición y memoria.
Los investigadores constataron que los niños que recibían lecciones de música experimentaban notables mejoras cognitivas en comparación con todos los demás en el estudio. Las clases de artes visuales también mostraban un cierto beneficio: los niños de estas clases poseían una mejor memoria visual y espacial a corto plazo en comparación con estudiantes que no habían recibido ninguna lección suplementaria.
Los investigadores esperan que su trabajo contribuya a poner de relieve la importancia de la música y de las artes en general no solo para ganar en nivel cultural sino también para lograr un mejor desarrollo cognitivo.