No hay padre que viva sin miedo al día en que un amigo o familiar se presente en casa con un tambor por el cumpleaños de su hijo o con motivo de los Reyes Magos o Papá Noel. Cuando ese día llega -porque llega- la promesa de venganza es lo único que acompaña a la incredulidad de la sonrisa y a los primeros ruidos insoportables. Pues a los padres de niños con TEA nos pasa lo mismo, aunque podemos extender esos miedos prácticamente a cualquiera de los juguetes que en estas fechas nos bombardean en la publicidad navideña.
¿Quiere eso decir que a un niño con autismo no se le pueden regalar juguetes normales? En absoluto. Lo que quiere decir, es que nuestros hijos -cada uno con su personalidad, forma de ser, desarrollo y capacidades propias- necesitan una selección más concienzuda y, a ser posible, adaptada a sus necesidades. Por eso, nosotros no recomendaremos este o aquel juguete -cada niño es cada niño y lo que a uno le gusta o le sirve no tiene por qué ser así con otro- sino que os ofrecemos unos pequeños consejos basados en nuestra experiencia que, quizás, os sirvan para acertar con los regalos para vuestros pequeños con TEA.
1.- Preguntar a los padres de la criatura. Nadie conoce mejor las necesidades y los gustos de un niño que sus padres, pero en el caso de niños con autismo va más allá porque estos juguetes serán, casi con total seguridad, sus herramientas de trabajo. Algunos niños necesitarán trabajar el juego simbólico, otros no sabrán ni lo que es eso. Puede que estén por empezar a categorizar o que simplemente necesiten aprender los colores y los números. O quizás esté mucho más avanzado pero necesite juguetes adaptados igual que se adaptan las materias en el colegio. Lo importante es que ayuden en su desarrollo cognitivo.
2.- Que la edad no determine la elección. Generalmente, en los niños con TEA no hay una correlación directa entre su edad, su desarrollo, sus necesidades y sus gustos, por lo que acertar se hace aún un poco más complicado. A veces, hasta un camión de la basura puede ser una buena elección…
3.- Atentos a los volúmenes, texturas, sabores… De sobra es sabido que los niños con TEA pueden ser hipersensibles o hiposensibles, lo que implica que puede molestarles desde un volumen alto de un camión de bomberos o un instrumento musical hasta la textura suave del cuero de un balón de fútbol o la viscosidad del socorrido Blandiblu. Si deciden regalarle algo que haga ruido, comprueben que tiene diferentes niveles y que se puede apagar. Si es ropa hay que estar seguros de cómo le gusta: normal, muy ajustada, muy amplia, de algodón, de algún color concreto…
4.- Acudir a tiendas especializadas. Como en todo en la vida, lo mejor es acudir a quien más sabe del asunto. En el caso de juguetes para niños con autismo Hop Toys es quizá la opción más indicada y además se puede comprar online. Y si lo que se buscan son libros adaptados, los cuentos de Editorial Kalandraka son de lo mejorcito. Eso sí, estas ideas no implican que no haya regalos (muy) útiles en las grandes superficies o en nuestras jugueterías de barrio: Mr. Potato suele ser un exitazo, los juegos de construcción casi siempre triunfan, las bicicletas y triciclos ayudan a desarrollar su capacidad motora…
5.- No hay que esperar sorpresa o agradecimiento por su parte. Si en nuestro anterior post contábamos lo improbable de que nuestro hijo festeje la Navidad o su cumpleaños o, más allá, que nos felicite por nuestros cumpleaños, esperar su agradecimiento o sorpresa al recibir un regalo en cualquier de las fechas importantes no es recomendable para evitarse a uno mismo decepciones. En un mundo en el que los niños ‘normales’ sufren el mal de los mil regalos -y no apreciar ninguno de ellos-, los niños con TEA no lo hacen por ese motivo sino porque, sencillamente, son así.