¿Por qué decimos SI cuando queremos decir NO?


decir no

¡Pobre Antonio que se siente incapaz de decir no a todo lo que le piden! ¿Alguna vez te has encontrado en la misma situación de Antonio? Seguro que sí. A veces aceptamos hacer cosas que, en realidad, no queremos hacer. Y no me refiero al mundo del trabajo. Allí, evidentemente, es complicado decir no a un jefe cuando nos da alguna orden respecto al trabajo. Me refiero a nuestro día a día. Y no se trata ahora de negarnos por sistema ante las peticiones que nos hagan los demás. Me refiero a esas personas que les resulta muy difícil negarse ante las peticiones que les hace la gente (como es el caso de Antonio) Las personas que viven resolviendo los problemas de los demás (o al menos intentándolo) acaban, dando de lado sus propias necesidades. Cuando dicen que sí a todo lo que les piden los demás, acaban anulando sus verdaderos deseos, anulándose como personas. En psicología decimos que estas personas se comportan de una manera pasiva o no asertiva –que no saben hacer valer sus derechos-. ¿Qué significa esto? Significa que cuando actuamos de esta forma tan pasiva (no asertiva) anteponemos los deseos y necesidades de los demás a los nuestros, al no ser capaces de expresar honesta y sinceramente nuestros sentimientos, opiniones y pensamientos. La información que transmitiremos a los demás será: “yo no cuento, puedes aprovecharte de mí cuando quieras”
Pero, ¿cuáles son las razones por las que muchas personas les cuesta tanto rechazar peticiones?…en definitiva, decir no.
1. Para evitar meterse en problemas. Aceptamos sistemáticamente las peticiones de los demás para evitar los conflictos con otras personas.
2. Para no hacer daño a la otra persona. La otra persona se pone muy contenta, pero nosotros nos sentimos profundamente frustrados.
3. Miedo a que nos rechacen por decir no. Lo importante es que todo el mundo nos quiera…a cambio de hacer lo que todo el mundo quiera de nosotros.
4. Pensar que uno no tiene derecho a negarse.

Estas ideas son erróneas. ¡Mal! Hay que cambiarlas. No son verdad. Debes comportarte de una manera asertiva –haciendo valer tus derechos- expresando desde ya, directamente, lo que piensas y opinas respecto de las peticiones de los demás. No sufras viendo como los demás se “aprovechan” de tu miedo a decir no
Lo primero que tengo que decir es que es imposible vivir sin provocar de vez en cuando, la desaprobación de los demás. Debemos de asumir las consecuencias de decir no y afrontarlas con normalidad. Asumamos que los demás muestren su disconformidad con nosotros.
Tenemos que perder el miedo a rechazar las peticiones de los demás sin sentirnos culpables o egoístas. Tenemos que priorizar nuestras necesidades, deseos o intereses antes que las de los demás.
Cuando sientas que te rechazan por haber dicho que no, piensa que esa persona, evidentemente no te respeta y por supuesto, no merece la pena. La necesidad de aprobación de los demás equivale a decir: “lo que tu piensas de mí, es más importante que la opinión que tengo de mí mismo” Tienes absoluto derecho a negarte. Tú eres la persona más importante, cuídate, quiérete y sobre todo, respétate.
Expresa abiertamente lo que piensas: “esto es lo que yo pienso; esto es lo que yo siento; así es como veo la situación; esto o aquello, simplemente, no lo voy a hacer.”
Ante una petición, date tiempo para responder. Los pedidores pretenden que contestes rápido. Tómate tu tiempo: “lo voy a pensar y luego te contesto”
Piensa: ¿realmente quiero hacer tal o cuál cosa? Vive sin la atadura de la aprobación o el aplauso de los demás. Se independiente de la opinión que los demás tienen de nosotros: debes dar importancia a lo que tú piensas de ti mismo. No necesitamos ser amados por todo el mundo y debemos asumir que habrá quien desapruebe lo que digamos, en este caso, rechazar peticiones de los demás.
Por último, cuando digas no, dilo de una manera amable pero sin rodeos, no pongas cara de ogro, no se trata de eso. Rechaza peticiones de vez en cuando, practica, ya verás que no va a pasar nada terrible. Lo que seguro va a pasar es que te vas a sentir mucho más a gusto contigo mismo.

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