La logopedia es una disciplina sanitaria que detecta, previene e interviene trastornos de lenguaje, voz, habla y deglución en todas las etapas de la vida desde neonatos hasta la tercera edad.
Es una disciplina muy joven que ha conseguido grandes logros como las investigaciones de los distintos campos, el conocimiento de la población de nuestras competencias, la demanda y oferta en la Administraciones de política social, sanitaria… pero también es cierto que tenemos grandes amenazas: nos falta tener presencia en geriátricos, en escuelas infantiles y centros escolares – como profesionales sanitarios, no docentes-, en los comedores y en los hospitales. No hay logopedas en los centros de salud, que es el recurso más próximo al ciudadano.
Lo que realmente nos hace independientes es el lenguaje y la comunicación, ¿que nos hace poder tener acceso a la inteligencia y a estructuras cognitivas superiores? pensar y interactuar con el entorno. Los trastornos que intervenimos son los relacionados con lenguaje, voz, deglución y habla: trastornos neurodegenerativos, trastornos sobrevenidos (traumatismos craneoenfefálico, ictus…), disfemias, trastornos especifico del lenguaje, trastornos de espectro autista, síndromes y enfermedades raras, disfagias((atrangantamientos) en neonatos, acvs, laringectomizados, demencias, parálisis cerebral, retraso en el lenguaje, Síndrome de Down, sorderas infantiles y, en el adulto, déficit de atención e hiperactividad, dislexias, nódulos vocales o disfonía
Existe una confusión en torno al término «logopedas escolares». Debemos aclarar a los padres que los profesionales que están en sus centros son profesores de Audición y Lenguaje, profesionales muy necesario, pero que no son logopedas. Sería un ejemplo comparable a los profesores de Educación Física: en los centros escolares hay profesores de esta materia pero no fisioterapeutas. Los fisios, como los logopedas, de momento no estamos en los centros escolares.
En atención a los padres diremos que flaco favor hace la frase de «Ya hablará». Cuando un niño a los dos o tres años no camina corremos al especialista, no es lo «normal». Cuando los padres crean que el desarrollo del lenguaje es más lento deben acudir a un logopeda. Los tres primeros años son fundamentales para la adquisición del lenguaje. Más tarde es, en realidad, demasiado tarde.
Destacamos también la formación que se está llevando a cabo por toda Galicia sobre el papel que tiene el logopeda en los informe periciales y como mediador, algo que sin duda va fortaleciendo el colectivo y ayuda enormemente a la Administración de Justicia y a la población en general. Sin olvidar nuestro papel en la ley de la dependencia y la valoración de discapacidad, que está más que demostrado y entendido, formando parte de equipos con otros profesionales.
La logopedia no es un lujo. O no debería serlo. El derecho a la salud está recogido en la Constitución Española.