Los factores ambientales, sociales, económicos y culturales y la voluntad política juegan un papel fundamental en materia de salud mental. El movimiento asociativo de personas con enfermedad mental y familiares, reunido en la Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA apuesta por un enfoque positivo, inclusivo y normalizador, que tienda a la autonomía de las personas con problemas de salud mental.
La Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA, que conmemora esta fecha con el lema “Ponte en mi lugar. Conecta conmigo” pide este año a la ciudadanía, pero también a las instituciones y empleadores, que se aproximen al colectivo de personas con problemas de salud mental. Sólo de esta forma podrán conocer lo que implica y lo que no una enfermedad mental, y colaborar verdadera y eficazmente en la lucha contra el estigma y la inclusión social.
Es necesario promover la salud mental y la atención en el marco comunitario. Los problemas de salud mental no están determinados sólo por cuestiones biológicas e individuales. Los factores ambientales, sociales, económicos y culturales, y la voluntad política, juegan un papel fundamental. De ahí que sea necesario que la atención a la salud mental vaya más allá del tratamiento sanitario y farmacológico y tenga en cuenta la atención social, especialmente aspectos como la educación, el empleo, la vivienda y la participación y vida en sociedad. En este sentido, el presidente de la Confederación, José María Sánchez Monge, recuerda que “la lucha contra el estigma es un objetivo prioritario de este movimiento asociativo, porque se trata de la principal barrera en el camino a la recuperación y la integración de las personas con trastorno mental”.
SALUD MENTAL ESPAÑA reclama una adecuada atención social y sanitaria a los problemas de salud mental desde un enfoque de derechos. La Ley General de Sanidad de 1986 supuso un gran avance en tanto que equiparó los trastornos mentales al resto de problemas de salud, acabó con las instituciones psiquiátricas y dio paso a la atención a la salud mental desde el ámbito comunitario. Sin embargo, explica Sánchez Monge, “dejaba sin definir los servicios que se pondrían en marcha y, 30 años después, la atención sigue siendo insuficiente y el enfoque es inadecuado en muchos casos, a pesar de existir un amplio consenso entre los profesionales sobre la aplicación del modelo comunitario. Esta situación supone una vulneración de los derechos de las personas con enfermedad mental a la luz de la Convención ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y de la legislación española”.
Para aumentar la eficacia del tratamiento y disminuir las posibilidades de abandono o recaída, es imprescindible garantizar a la persona afectada el derecho a participar en su propio proceso de recuperación y fomentar el empoderamiento, entendiendo éste como la capacidad para tomar las decisiones que afectan a la propia vida y hacer valer los derechos y obligaciones individuales.
La Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA considera indispensable, en el marco de la continuidad de cuidados, abordar la atención social y sanitaria desde el ámbito comunitario y de manera coordinada, a partir de las necesidades específicas de la persona, con especial énfasis a la atención temprana. Es preciso invertir en servicios sociales porque es tan importante un adecuado tratamiento médico como los programas terapéuticos, de rehabilitación y de integración social en el ámbito del empleo, entre otros.
Y es que uno de los principales ámbitos de discriminación para las personas con enfermedad mental es el laboral. A pesar de suponer una herramienta fundamental para la integración social, sólo el 5% de las personas con enfermedad mental tiene un empleo en el mercado laboral ordinario. En palabras del presidente de la Confederación, “para cualquier ciudadano, el trabajo es una fuente de identidad y autonomía y ofrece sentimientos de utilidad y motivación. Para las personas con problemas de salud mental es además un cambio de rol de cara a la sociedad”.
Los prejuicios de las personas que contratan son la principal barrera de acceso al mundo laboral. Por ello, es necesario sensibilizar al tejido empresarial para fomentar la contratación acercándose a conocer a las personas con trastorno mental y apoyando la eliminación de mitos relacionados con los problemas de salud mental. La Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA defiende la creación de sistemas de apoyo y adaptaciones así como todo tipo de recursos que faciliten la inserción laboral: formación para el empleo, empleo con apoyo, Centros Especiales de Empleo y cuotas de reserva de empleo para personas con discapacidad.