Este día tiene como objetivo brindar a todas las personas la oportunidad de poder participar en actividades que logren mejorar la salud.
El tema del Día Mundial de la Salud del 2015 es la inocuidad de los alimentos.
Los alimentos insalubres se encuentran vinculados con la muerte de unos 2 millones de personas por año, en su mayor parte niños. Los alimentos que poseen virus, bacterias, parásitos o también sustancias químicas dañinas producen más de 200 enfermedades, que parten desde la diarrea hasta el cáncer.
La inocuidad de los alimentos es un compromiso totalmente compartido. Es significativo que se reme a lo largo de toda la cadena de producción de los alimentos, comenzando por los campesinos y los fabricantes hasta llegar a los vendedores y los consumidores. La divulgación de la OMS Cinco claves para la inocuidad de los alimentos brinda a los vendedores y consumidores disposiciones prácticas acerca de cómo manipular y a su vez preparar los alimentos:
- 1° Clave: Mantenga la limpieza
- 2°Clave: Separe alimentos crudos y cocinados
- 3°Clave: Cocine los alimentos completamente
- 4°Clave: Mantenga los alimentos a temperaturas seguras
- 5°Clave: Use agua y materias primas inocuas
Desde CPC nos preocupamos por la salud mental, entendida como el estado de equilibrio entre una persona y su entorno socio-cultural que garantiza su participación laboral, intelectual y de relaciones para alcanzar un bienestar y calidad de vida. Comúnmente, se utiliza el término “salud mental” de manera análoga al de “salud o estado físico”, pero lo mental alcanza dimensiones más complejas que el funcionamiento meramente orgánico del individuo. La salud mental ha sido definida de múltiples formas por autores de diferentes culturas.
Los conceptos de salud mental incluyen el bienestar subjetivo, la autonomía y potencial emocional, entre otros. Sin embargo, las precisiones de la Organización Mundial de la Salud establecen que no existe una definición “oficial” sobre lo que es salud mental y que cualquier definición estará siempre influenciada por diferencias culturales, suposiciones, disputas entre teorías profesionales, la forma en que las personas relacionan su entorno con la realidad, etc.
En cambio, un punto en común en el cual coinciden los teóricos es que “salud mental” y “enfermedad mental” no son dos conceptos simplemente opuestos, es decir, la ausencia de un desorden mental reconocido no indica necesariamente que se goce de salud mental y, al revés, sufrir un determinado trastorno mental no constituye siempre y necesariamente un impedimento para disfrutar de una salud mental razonablemente buena.
Dado que es la observación del comportamiento de una persona en su vida diaria el principal modo de conocer el estado de su salud mental en aspectos como el manejo de sus conflictos, temores y capacidades, sus competencias y responsabilidades, la manutención de sus propias necesidades, la forma en que afronta sus propias tensiones, sus relaciones interpersonales y la manera en que dirige una vida independiente, el concepto es necesariamente subjetivo y culturalmente determinado