Imagina tu cerebro como una fábrica de felicidad. El circuito de recompensa es como la línea de producción que fabrica esta felicidad. Cuando hacemos algo que nos gusta, como comer algo delicioso o pasar tiempo con amigos, esta línea de producción se activa y libera una sustancia química llamada dopamina, que nos hace sentir bien.
¿Qué pasa en la adicción?
🧠 Secuestro del sistema: las sustancias adictivas o ciertas conductas (como las apuestas o las compras compulsivas) pueden «hackear» este sistema. Liberan una cantidad mucho mayor de dopamina de forma más rápida y potente que las recompensas naturales.
🧠 Refuerzo del comportamiento: al experimentar esta intensa sensación de placer, el cerebro asocia esa acción (consumir la droga, apostar, etc.) con la felicidad. Esto crea un fuerte impulso a repetir la acción para volver a sentir esa misma euforia.
🧠 Cambios en el cerebro: con el tiempo, el cerebro se adapta a esta sobreestimulación de dopamina. Necesita cada vez más de la sustancia o conducta adictiva para sentir el mismo placer. Además, se debilitan los circuitos neuronales asociados a otras fuentes de satisfacción, como las relaciones sociales o los hobbies.
