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‘La Dependencia Emocional’, un nuevo curso ofrecido por la FGULL y organizado por CPC
La Fundación General de la Universidad de La Laguna impartirá, desde el próximo 28 de mayo hasta el 4 de junio, un curso sobre Dependencia Emocional. La formación se llevará a cabo en la sala de actividades del Centro Psicológico CPC ubicado en La Cuesta. La tarifa para los miembros de la comunidad universitaria (alumnado, PDI, PAS y demandantes de empleo) es de 50 euros y la tarifa general ascenderá a los 80 para el resto del público. El plazo de inscripción se mantendrá abierto hasta el miércoles 23 de mayo.
Conocer el fenómeno psicopatológico que da nombre a la formación, desde su etimología hasta las características principales que presenta, son algunas de las finalidades de este ciclo. Proporcionar los elementos necesarios para el consejo psicológico de esta adicción y conseguir los conocimientos suficientes para abordar esta dependencia, son otros de los objetivos principales que se tratarán en el programa.
Fernando Duerto Segura, licenciado en Psicología y Ciencias de la Educación, será el encargado de llevar a cabo la enseñanza que constará de 20 horas lectivas distribuidas entre teoría y práctica, ambas de carácter presencial. El contenido se distribuye en siete unidades didácticas que engloban: una delimitación conceptual, la clasificación y sintomatología general, las posibles causas de esta dependencia, así como las características de los dependientes emocionales y su diagnóstico además de un consejo psicológico y tratamiento integrador y, finalmente, la superación del apego afectivo.
“Muchas de las manifestaciones afectivas son identificadas como: prueba de amor supremo”
Duerto señala que la dependencia emocional “se manifiesta al establecer una relación, fundamentalmente afectiva, en la que una persona se subordina emocionalmente a otra, de manera extrema, supeditando toda su vida. Esta situación le genera un gran sufrimiento y un miedo incontrolable a que le abandonen y pese a ser consciente de ello, continúa sin intervenir para que la relación se desarrolle de manera sana, fundamentalmente porque se considera incapaz de ser independiente”.
A la hora de detectarlo, el psicólogo señala que “para una persona involucrada en la relación, por supuesto que quién la sufre, lo sabrá claramente, pero en cuanto a la persona sobre la que se desarrolla la adicción, ésta podrá verla o no, y considerarla inadecuada o no según su concepto sobre las relaciones afectivas”. Así mismo, insiste en que muchas de estas manifestaciones son interpretadas como “prueba de amor supremo” y “es frecuente que las personas que la padecen se emparejen con aquellos que consideran mucho más fuertes que ellas”.